Ya lo decíamos hace un tiempito en este blog. No es una expresión de deseos, es una realidad. Algunos de sus más lúcidos colaboradores-minoritarios por cierto-, aquellos que no necesitan del Estado Municipal para tener un trabajo, se lo aconsejaron durante toda su segunda intendencia.
-Retírate Miguel con toda la gloria,pero "el hombre propone y la masa de contratados y funcionarios disponen"; rige más los principios de la economía y no los principios que sustentaron durante cien años al centenario partido. Estamos en épocas posmodernas, el principismo es cosa del pasado, del siglo XX.
¿Por qué decimos lo que decimos ? Simple, mirando la lista de concejales que presentaron en boca de Chiribely-al decir del paisano Elías-no queda duda que el pediatra que trabaja de Intendente se quiere ir; no puede hacerlo en este turno, necesita asegurar una nueva gestión radical ya que el Partido navega a la deriva con un oficialismo cortado solo y lejos en todos las mediciones hechas a Junio, y no se avisora de acá a octubre un cambio de tendencia electoral. Hoy la necesidad de Lunghi es más un problema del radicalismo local que de la sociedad tandilense. Con un país creciendo a ritmo sostenido cualquiera con buena gestión y con bajo perfil -como le gusta al tandilense medio-puede salir airoso en cuatro años de trabajo en la Comuna.
Solo un oficialismo que sabe que su única carta de triunfo es la figura del Intendente, puede presentar la nómina de incondicionales que mostró hoy a la noche a la sociedad. Nadie en crecimiento político deja de incorporar nuevos actores que expresen a otros sectores que no tienen representación en la estructura política. Es elemental: se achican para fortalecerse hacia dentro porque saben que el Jefe se va, y necesitan mantener la "gobernabilidad" a futuro. Así de simple. Bueno, basta de radicales, hasta el próximo post.
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