Entre esos datos de la irrefutable verdad histórica de los documentos (que no muerden y están a la espera desesperante de que alguien los desempolve y los haga hablar casi por sí solos), aparece un tal Adolfo Fernández Trinchero, hombre ligado al quehacer social y económico local como al Banco Comercial, comandando el Sillón de Duffau desde julio de 1976 hasta abril de 1979, lo que también se descubre al hacer uso de esa Galería que no está precisamente de adorno en la municipalidad. Del 2 de julio de 1976 al 2 de abril de 1979... No se trata, entonces, de un significativo período en cuanto al peso y grado de la represión de esos años en todo el territorio argentino? Tandil, lejos de ser una mentada isla, se vuelve sobre su carácter de "termómetro" del acontecer nacional. Ahora bien: que la historia del pago chico, en general, no se haga eco del señalamiento del nombre de este tipo, de Adolfo Fernández Trinchero, es lo más parecido a un extraño silencio cómplice, a un extraño manto y agujero negro que dice y mucho de eso de cubrir al civil, al "vecino de bien y de cierta alcurnia", y, para sumarle porotos al no menor tema, tandilero nacido y criado; distinto al teniente coronel Julio José Zanatelli, obviamente militar, interventor de los primeros días del Golpe iniciado en 1976 y luego desembarcado nuevamente en 1979 hasta la llegada de la democracia, evidentemente venido y quedado... En el marco de este juicio en el que se sienta en el banquillo de acusados tanto a civiles como a militares, ambos por delitos y crímenes de lesa humanidad durante la última Noche Triste argenta, parecería todavía flotar en el ambiente un consciente no hacerse cargo del monstruo local, autóctono, digno hijo de la comarca que lo parió.
En la muestra del Papa Francisco (Museo de Arte Contemporáneo-Mar del Plata Abril 2014)
martes, 28 de febrero de 2012
DDHH: Los DDHH, la galería de los Intendentes y la verdad histórica
Entre esos datos de la irrefutable verdad histórica de los documentos (que no muerden y están a la espera desesperante de que alguien los desempolve y los haga hablar casi por sí solos), aparece un tal Adolfo Fernández Trinchero, hombre ligado al quehacer social y económico local como al Banco Comercial, comandando el Sillón de Duffau desde julio de 1976 hasta abril de 1979, lo que también se descubre al hacer uso de esa Galería que no está precisamente de adorno en la municipalidad. Del 2 de julio de 1976 al 2 de abril de 1979... No se trata, entonces, de un significativo período en cuanto al peso y grado de la represión de esos años en todo el territorio argentino? Tandil, lejos de ser una mentada isla, se vuelve sobre su carácter de "termómetro" del acontecer nacional. Ahora bien: que la historia del pago chico, en general, no se haga eco del señalamiento del nombre de este tipo, de Adolfo Fernández Trinchero, es lo más parecido a un extraño silencio cómplice, a un extraño manto y agujero negro que dice y mucho de eso de cubrir al civil, al "vecino de bien y de cierta alcurnia", y, para sumarle porotos al no menor tema, tandilero nacido y criado; distinto al teniente coronel Julio José Zanatelli, obviamente militar, interventor de los primeros días del Golpe iniciado en 1976 y luego desembarcado nuevamente en 1979 hasta la llegada de la democracia, evidentemente venido y quedado... En el marco de este juicio en el que se sienta en el banquillo de acusados tanto a civiles como a militares, ambos por delitos y crímenes de lesa humanidad durante la última Noche Triste argenta, parecería todavía flotar en el ambiente un consciente no hacerse cargo del monstruo local, autóctono, digno hijo de la comarca que lo parió.
domingo, 26 de febrero de 2012
Trabajadores Municipales: Una conquista importantisima para el sector de Recolección y Vialidad
El Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires emitió la resolución que declara la “insalubridad” para los choferes de los camiones de recolección y para los trabajadores de bacheo y granitullo de la comuna, dando paso a la jubilación con 50 y 25 años de edad y servicios.
El anuncio fue realizado por el secretario general del STMT, Roberto Martínez Lastra, durante el encuentro de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerense y que contó con la participación de 15 dirigentes gremiales de distintas comunas de la región.
“En un principio el encuentro se iba a hacer en Ayacucho pero posteriormente nos pidieron si lo podíamos hacer en Tandil y como nosotros no teníamos inconvenientes se resolvió hacerlo en nuestra sede. La idea es plantear sobre la mesa las distintas problemáticas de la región para ver que tratamiento se le pueden dar”.
Entre los logros que expuso Tandil, se mencionó que más allá del aumento conseguido la semana pasada se dio a conocer la disposición del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires que declara la “insalubridad” para los choferes de los camiones de recolección y para los trabajadores de bacheo y granitullo.
Al ser consultado sobre que beneficios les iba a acarrear a los trabajadores esta medida, Martínez Lastra señaló que básicamente se podrán jubilar a los 50 años y con 25 años de servicio.
Respecto a su implementación, si bien es inmediata, se deberá verificar la situación de cada trabajador para saber a quien le corresponde y a quien no. “En un principio nos habían dicho que no, pero después de una pelea que nos llevó entre tres y cuatro año nos terminaron dando la razón”, señaló el dirigente."
sábado, 25 de febrero de 2012
DDHH: Un año antes del asesinato de Moreno, la Quinta de los Mendez ya era un lugar de detención y tortura
Un año antes del crimen de Carlos Alberto Moreno, la Quinta de Méndez ya funcionaba como centro clandestino de detención, según lo ratificó con su testimonio Jorge Andreasen, víctima del terrorismo de Estado que reconoció haber sido secuestrado y torturado en el predio cercano al paraje "El Paraíso".
Ese dato saliente surgió ayer, en la quinta jornada del juicio oral y público que investiga el asesinato del abogado laboralista olavarriense en tiempos de la última dictadura militar.
Seis testigos, todos ex detenidos desaparecidos, declararon en una audiencia breve -una hora y media- que describió el contexto represivo local en el que ultimaron a Moreno. Y básicamente, se desprendieron dos conclusiones: primero, el rol preponderante del mayor Roque Italo Pappalardo como organizador y ejecutor militar de distintos interrogatorios, privaciones ilegales de la libertad y tormentos agravados, algunos de cuyos oscuros procedimientos se realizaban en las dos comisarías que tenía la ciudad en aquel momento, la Primera y la Segunda. Por otro lado, la chacra propiedad de Julio y Emilio Méndez podría haber sido utilizada como centro clandestino ya en abril del 76´, pocos días después de anunciado el golpe. Y allí resulta importante la alocución de Andreasen ante el Tribunal Oral de Mar del Plata. Pese a que estaba encapuchado, el vecino dijo haber sido llevado desde la Seccional Primera de calle Fuerte Independencia hacia un lugar que luego reconoció como la quinta de los Méndez.
Además, se escucharon antes de cada testimonio las objeciones de la defensora oficial que representa a Pappalardo, puesto que el imputado no sólo afronta cargos en la causa Moreno sino en tantas otras que ahora se instruyen en el Juzgado Federal de Azul del doctor Juan José Comparato. La letrada procuraba que las preguntas del Ministerio Público y las querellas se circunscriban sólo al expediente Moreno y no a las situaciones particulares que sufrieron los damnificados, donde su defendido está seriamente involucrado. Entonces el presidente del Tribunal, Roberto Falcone, tuvo que administrar finamente hasta donde podían explayarse los testigos, en virtud de que estos mismos magistrados posiblemente tengan que juzgar muy pronto los hechos de los que resultaron víctimas. Sin embargo, Falcone aclaró que los jueces del caso Moreno "no pueden taparse los ojos ni los oídos" y deben mensurar el contexto en que se dio muerte al laboralista.
Pasadas las 12.30, la primera en entrar al Aula Magna fue Lidia Queiruga, una señora de 82 años, con Mal de Alzheimer y el deterioro propio de la edad, pero que igualmente cumplió con su obligación cívica y declaró ante la Justicia. Su hijo primero, y luego ella por reclamar su paradero, fueron víctimas del accionar de Pappalardo, según refirió en la sala.
LA HUELLA DE LA PICANA EN LA ESPALDA
Más tarde pasaron Héctor Molinaro y Omar Iturralde. Este último, hombre de campo de Ayacucho, describió a Pappalardo como un ser "satánico al que quiero verle la cara" después de las torturas a las que lo sometió. "Tengo en mi cuerpo el sufrimiento y dolor de la picana", aseguró el ex detenido en un segmento conmovedor de la audiencia. De inmediato se paró y ante todos se quitó la remera para mostrar las cicatrices del tormento. A Iturralde lo secuestraron tras ir a reclamar a la Comisaría Primera por dos detenidos. "Por eso me acusaron de subversivo, me llevaron a La Huerta, estuve 17 meses y 17 días preso", señaló. A Pappalardo lo recordó como "gordito de cara redonda". También lo encerraron en el Penal de Azul y hasta habría sido despojado de campos, dinero en efectivo y joyas. "Yo ya tenía olor a cajón", manifestó en relación al peligro constante de muerte durante su cautiverio, y agradeció la gestión de políticos como Luis María Macaya que pujaron por su liberación.
LE GANO UN JUICIO A CRETAL Y LO "CHUPARON"
Ignacio Miguel Ruppel trabajaba en la cooperativa eléctrica "Cretal" junto a Hugo Tornatore. Ambos fueron injustamente despedidos de la firma, e iniciaron un juicio laboral, que luego ganaron. Los acusaban de hacer sabotaje en las camionetas de la empresa que presidiera Alicia "Tita" Brivio. Pero la Justicia comprobó que era falso y nunca los empleados atentaron contra el material rodante. Al imponerse en el pleito, sendos trabajadores fueron secuestrados. "Los directivos de Cretal tenían vínculos con Pappalardo", disparó.
Cabe recordar que Moreno también habría sido "chupado" por defender los derechos laborales de obreros mineros de Olavarría.
INTERROGATORIOS EN LA COMISARIA SEGUNDA
Juan José Prekel y su hermana, Cristina, también pasaron por las manos de Pappalardo. Oriundo de Mar del Plata, fue detenido y traído a Tandil. Lo privaron de la libertad desde el 7 de junio al 18 de agosto del 76´. El jefe militar "me interrogó dos veces en la Comisaría Segunda. Después de la tortura, aparecía él y me decía que si yo colaboraba me iba a ayudar. Me pedía nombres y domicilios de militantes de Tandil. Pappalardo estaba junto a un oficial de policía de apellido Collman. Mi hermana temblaba cada vez que la interrogaba él", señaló Prekel.
ANDREASEN: "TENGO CERTEZAS DE QUE ERA ESA QUINTA"
Por último, llegó el turno de Jorge Andreasen, a quien detuvieron en abril del 76´. Primero estuvo alojado en la Comisaría Primera, y una noche lo llevaron encapuchado en un auto. "Esta noche vas a pasear a la quinta otra vez", le dijo una vez un efectivo. Y recalcó que "tengo certezas que era" la Chacra de Méndez". Percibió con los ojos tapados que sentía haber pasado por dos vías de tren. Fue compañero de celda de Jean Pierre. Y dijo que en ese lugar, fue torturado sobre un elástico de cama que tenía gomas en las puntas. "Ahí me picaneaban". Andreasen recordó que en la Seccional Primera fue mal tratado por tres policías a los que identificó como Aranda, Vapore y "Coki" Sánchez. Y que el día que lo liberaron el oficial Fiori le dijo: "te blanqueo antes que te limpie Vapore". Según su testimonio, a Andreasen lo detienen un día frente al Club Santamarina, y en un patrullero lo llevaron hasta el correo a recibir "una caja con dos granadas".
EL 8 Y 9 DE MARZO SERÍAN LOS ALEGATOS
Con respecto al cronograma del juicio por el caso Moreno, ayer trascendió que finalmente se haría la teleconferencia para que uno de los testigos aportados por el Ministerio Público Fiscal y las querellas finalmente declare desde Europa, donde está radicado.
Y el Tribunal anticipó que entre el 1 y 2 de marzo se completaría la prueba y documental, para que la otra semana, es decir 8 y 9, se desarrollen los alegatos de los fiscales, la querella, y finalmente las defensas.(fuente: la voz de tandil)
Otro enlace sobre el juicio:
sábado, 11 de febrero de 2012
El Bloque del PJ-Frente para la Victoria propone la implementación de la tarjeta SUBE en Tandil
miércoles, 8 de febrero de 2012
Bloque del Justicialismo de Tandil: Un gestión del representante de la Juventud en el HCD
Los funcionarios conversaron sobre los avances que se vienen dando y los pasos que restan para la implementación de la televisión digital terrestre en Tandil. Vitullo, por su parte, confirmó que ya se iniciaron las “conversaciones con Telefónica para la utilización de la antena ubicada en el cerro Granito”.
Fosco destacó los “importantes avances en los pasos administrativos para la efectiva materialización de la TV digital abierta”. El concejal y Bossio remarcaron la importancia de llevar el formato digital también a las localidades rurales de Vela y Gardey, lo que permitirá profundizar la inclusión digital en estos lugares. En estos casos, se hará a través de un sistema de transmisión satelital.
lunes, 6 de febrero de 2012
Justicialismo: ¿ es un blopper o estamos ridículamente mal ?
jueves, 2 de febrero de 2012
HCD: Clausuraron dos pozos clandestinos de riego intensivo para cultivo de papas
miércoles, 1 de febrero de 2012
DDHH: Los Mendez, la complicidad civil de la dictadura
Hace cuarenta años lo que sucederá el viernes 10 de febrero en la Universidad podría haber sido considerado un hecho de ciencia ficción. Será por eso que probablemente Emilio Méndez (vamos a unificar en el ex gerente del Banco Comercial el protagonismo de esta historia) jamás haya podido imaginar, ni siquiera en el territorio de las pesadillas, el episodio que se avecina. Todo lo que habrá de suceder era una postal imposible de concebir en los tiempos históricos de una ciudad como la que él seguramente añora: la del integrismo católico patriarcal de Chienno y Actis; la regresiva de su prensa complaciente; la de la patria militar con su Comando de Brigada (donde el colaboracionista churrasqueó de lo lindo); su Base Aérea, su Distrito; la empresarial con su conservadurismo dinámico (vaya oxímoron). En fin, esa ciudad que tanta gente melancoliza, esa cosmovisión de apatía vacuna que desquició a Gombrowicz, jamás hubiera permitido que hoy Méndez sea poco más que un muerto civil deambulando por las calles.
Apuntábamos hace un par de meses que había un solo antecedente donde una Institución del Estado –en aquel caso, 1970, el Salón Blanco municipal- iba a ser utilizado como escenario de un juicio. Pero una cosa es un juicio oral y público por un homicidio en riña (como fue aquella historia) y otra muy distinta un juicio donde los acusados son vecinos contemporáneos que estarán allí a fin de comparecer que en los años de plomo, en los años donde ese Tandil se divertía mirando las tres de cowboy en el Súper o tirándose del Tobogán Gigante del Dique, los Méndez prestaron y/o alquilaron su quinta para que el terrorismo de Estado la convierta en un centro clandestino de detención, lugar donde tal vez haya sido asesinado el abogado olavarriense Carlos Alberto Moreno, detenido y/o desaparecido en “la chacra” donde Emilio Méndez, antes de entregarla en “comodato” al Ejército, hizo la plancha en su pileta de natación, o asó un costillar a la parrilla, mientras de lunes a viernes cumplía otro rito de poder coloridamente provinciano y muy simbólico: auscultar las carpetas de los clientes del Banco Comercial del Tandil. Esa delegación de un poder al que creía como propio es lo que hace aún más truculento el caso.
Un silencio insondable merodea la actualidad del ex gerente. Lo otro es historia bastante conocida. Primero, como sabemos, se le cayó el Banco; luego en 1991 vino Memoria por la Vida en Democracia, en pleno régimen zanatellista le pintó el frente de la casa, en lo que históricamente será el primer escrache a un colaboracionista civil de la dictadura militar en Tandil. Y con el tiempo –hay que honestos, con la voluntad de los militantes de los derechos humanos y del gobierno de Néstor Kirchner que decidió reescribir esta historia- también se le vino encima la Justicia. Y con ella, el bochorno público. Aún así, hay que rescatar su temple. Méndez no eligió el destierro (como acaba de hacer un prestamista literalmente borrado y sin noticias), ni se encerró en su casa, cómo sí hizo el ex cajero del Banco Provincia que se robó medio millón de pesos, y las pocas veces que salió a la calle tropezó con momentos incómodos claramente previsibles. Méndez no. Se lo ha visto, se lo ve, a paso lento, porque los años le han llegado como a todo el mundo, atravesando el lodazal del laberinto, sostenido, quizá, por la entereza frente a la incomprensión. Pues, ¿qué piensa Méndez en estos momentos? Piensa: ¿Dónde están todos esos empresarios, chicos, medianos y grandes, a quienes le hice firmar una solicitada de apoyo al finado Jorge Blanco Villegas, que salió a toda página en los diarios del pueblo el día que el industrial se hizo cargo del Banco Comercial? Eran muchos, quizá más de doscientos o trescientos, a quienes hizo hocicar en busca del oxígeno de la confianza, del respaldo moral, por decirlo así, que al final no sirvió de nada porque no pudo impedir que los escribanos del Banco, para evitar la quiebra, vendieran la Institución por $2. Y no es una metáfora: $2 fue el precio de la operación. ¿Dónde están todos los que tomaron café conmigo, piensa Méndez, en el Ideal, en Liverpool, en esta hora amarga que, para colmo, le toca padecer en el otoño de su vida? Es decir, cuando ya no queda tiempo para la revancha. Y mientras todavía se deja llevar por la marea de su destino, va al supermercado y mira con odio a los que escriben sobre su existencia y se atreven a enfrentarlo desde las palabras o desde los actos, como ese barbado insurrecto, ese zurdito infiltrado en el gobierno del pediatra hiperquinético, que tuvo el tupé, a mí, a Emilio Méndez, de cerrarme el paso al despacho del jefe comunal la mañana que acompañé a Luis Landriscina (¡Sí, señor, a Landriscina, un amigo del alma!) para que Lunghi le entregara una plaqueta.
Estas disquisiciones que ofendieron su honor medita Méndez mientras intenta imaginar lo que ocurrirá el día fatal. El 10 de febrero. Tantas veces pasó caminando o en auto por allí, por el Templo del Saber, por Chacabuco y Pinto, que ahora le parece un chiste de mal gusto, de humor negro, que la Justicia, a la que sin dudas detesta, en vez de tomarle declaración en un lugar prudente, a salvo de las luces y los micrófonos y del asco de todos esos comunistas que quisieran verme linchado, infiere Méndez en sus momentos de cólera, no haya dudado en exponerlo como un costillar a la vista de los vecinos. Como si estuviera detrás del vidrio en un asador de El Ombú, esperando la carneada. Porque el juicio tendrá cámaras en vivo y en directo. Para la tribuna que lo mira por tevé. Quizá también para los vecinos de su barrio donde no faltará la comadrona indignada porque al “pobre Emilio” le estén haciendo semejante tropelía. ¿Vendrá CrónicaTV, se pregunta el señor Méndez, mientras prepara su temple para cuando le toque asistir al último tramo del laberinto? Porque allí, inevitablemente, a la hora señalada, deberá enfrentarse con lo que siempre fue.
fuente: la tandilura