El justicialismo tandilense tiene "ese que sé yo" que lo hace particularmente complejo y difícil de "aprehender" en su naturaleza más profunda. No lo podemos analizar de manera lineal. Tampoco nos sirve la dialéctica hegeliana. Es tan latinoamericano y peculiar como el "ethos" que fluye del movimiento nacional y popular que desata tempestivamente Perón y Evita, promediando la década del cuarenta del siglo XX.
Bajar al terruño tandilensis es puntualmente dificultoso sino se vive desde dentro ese espíritu movimientista que permanentemente se manifiesta en nuestra comunidad. Esto, dicho previamente, no justifica ni desautoriza, la profunda crisis que se nota en su clase dirigente y cuadros militantes que operan alrededor de tres o cuatro dirigentes históricos de esta etapa democratica, iniciada en 1983.
Hay un agotamiento personal y de voluntad en algunos de ellos; otros resisten para poder sobrevivir dentro de un sistema "profesionalizado"de la política que nuestra democracia ha generado en este cuarto de siglo.
Hoy no hay militantes que puedan volcarse full time a la política de manera vocacional. Pero tampoco la sociedad local resiste que vivan de la política, es decir, que toda su vida esté dedicada a la actividad pública sin conocerse otros trabajos que le permitan vivir-y alimentar a su familia- sin depender de un sueldo o cargo político.
La sociedad parecería ser intolerante con los que "viven de la política" pero exigen "dedicación y gestión eficiente" a los que ocupan la vidriera pública.
Todavía no ha dado respuesta nuestra dirigencia ni mucho menos la sociedad, al lugar exacto que debe ocupar el hombre o mujer que quiera por vocación o interés, dedicarse a la cosa pública.
Sospechamos que anida en el fondo de los meandros del inconciente colectivo una visión "conservadora" y retrogada de que la política es para los que puedan "bancarse" la vida y de su familia, sin depender del erario público. En otras palabras, esta visión nos indicaría que solo los "ricos" deberían dedicarse a la política. Los demás que se arreglen como puedan. Si no tenés plata, dedicate a trabajar y no a pensar y actuar en el seno de tu comunidad. O podés participar los fines de semana en la comisión del club o sociedad de fomento del barrio.
Este debate no esta instalado en la agenda de la sociedad, ni tampoco le interesa a los medios de comunicación instalar. ¿ Las razones ?. Son muchas. No es ahora el momento de nombrar algunas de ellas. Muchos intereses- en realidad pequeños intereses- hacen que se oculte debajo de la alfombra estas cuestiones.
Tal vez sea, esta cuestión entre otras, la causa a resolver, para renovar una dirigencia agotada en en el seno de nuestra sociedad. Y no hablo solo de los cuadros políticos, sino también, de dirigentes sociales, empresariales, culturales, etc.
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