Un plenario nacional de Delegaciones Regionales de la central obrera reclamó "a los poderes públicos de la Nación su intervención para que se declare" el asesinato del sindicalista José Ignacio Rucci como un crimen de lesa humanidad.
La pronunciación conjunta se alinea al reclamo que realizó días atrás el jefe de la CGT, el camionero Hugo Moyano, que pidió el enjuiciamiento de los responsables de aquel hecho, ocurrido el 23 de septiembre de 1973 y atribuido a la organización peronista Montoneros.
"El esclarecimiento del asesinato de nuestro compañero José Ignacio Rucci y la condena y castigo a sus autores materiales e intelectuales son una deuda que el Estado argentino tiene con todos los trabajadores", reclamaron los delegados sindicales.
En la declaración conjunta, los gremialistas afirmaron que el jefe metalúrgico asesinado en 1973 "simboliza la lucha y el compromiso militante de los trabajadores argentinos para concretar el regreso al país" de Juan Domingo Perón.
"Decimos, con certeza absoluta, que quienes mataron a Rucci fueron sicarios de la antipatria cuyo interés estaba centrado en mellar y comenzar a desmantelar el inmenso poder que el Pueblo Argentino le había dado a Perón con su voto soberano", diapararon desde la central obrera.
Los jefes sindicales calificaron de "vergüenza nacional que mientras se reabren e investigan otros hecho aberrantes, todavía no sepamos los argentinos quiénes fueron los responsables de este crimen", y sostuvieron que el crimen "condicionó severamente el desarrollo de los acontecimientos posteriores que se suscitaron" en el país.
"Si la Justicia no lo es para todos, no es Justicia, es parcial", afirmó Moyano días atrás, al referirse al crimen de su antecesor y del titular metalúrgico Augusto Vandor, el 30 de junio de 1969.
El reclamo de la CGT volvió poner en debate el enjuiciamiento de los crímenes cometidos por la guerrilla durante las décadas del 60 y 70, a pocos días de un nuevo aniversario del asesinato de Rucci, presuntamente a manos de Montoneros.
El crimen
Rucci, entonces titular de la CGT, fue acribillado a balazos el 25 de septiembre de 1973, apenas dos días después del tercer triunfo electoral de Juan Domingo Perón, cuando salía de su domicilio de Avellaneda 2953 del barrio de Flores.
El metalúrgico, desde la secretaría General de CGT que ostentaba desde 1970, impulsó el regreso al país del ex presidente Juan Domingo Perón en noviembre de 1972.
Ese retorno se llevó a cabo bajo una fuerte lluvia y el gremialista fue quien sostuvo el paraguas para proteger a Perón en una imagen repetidamente difundida por los medios.
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