Hace un tiempo el periodismo nacional y los laderos locales, no saben como hacer para "hablar mal" de la Presidente de todos los argentinos. No somos necios ni obsecuentes, para no reconocer los grandes errores que la guerra sojera mostró en la habilidad política del Poder Ejecutivo Nacional. Pero eso no nos impide ver de que lados están los verdaderos intereses de los ciudadanos comunes y "de a pie". No los encontramos ni en la oposición política ni en los grupos económicos que pierden con el modelo puesto en marcha en 2003.
El lunes 22 de septiembre la Presidente avanzó decididamente en la resolución de un grave problema que ponía en riesgo el futuro crecimiento del país: tomo por el asta la deuda externa que no entró en el canje del 2005, y avanza en su definitiva solución.
Nadie duda que hay un decidido impulso político en las últimas semanas que ha llevado a los opinologos ciruelas a ponerse nerviosos y perder la compostura en sus comentarios. Es la teoría de la gata flora la que entró en crisis, despues de nueve meses de exito mediatico-fundamentalmente en los sectores medios de la sociedad- y sin respuestas por parte del gobierno popular.
Hoy vemos como se ponen nerviosos y pierden el rumbo de la crítica, lo que los llevará al desprestigio y el abandono de sus seguidores más fieles.
En un mundo posmo, el calor del exito es efímero y corto. Nadie dura cien años. Y esto es para los que hoy cacarean, pero se guardan bien de decir que este gobierno paga lo que gastaron ellos en el desgobierno de la Alianza y su ministro Cavallo.
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