viernes, 17 de junio de 2011

El Frente Peronista Néstor Kirchner presenta a su candidato a Intendente: Sebastian Romay

La historia política argentina es particularmente rica porque se ha renovado de forma constante con la presencia del pueblo en las calles. Para bien en algunos momentos y para mal en otros, las sociedades acumulan experiencias y hay tiempos, como el presente, en que esa experiencia se pone en discusión, se actualiza sobre la base de lo acumulado.

Argentina vive uno de esos momentos de irrupción de la política en el espacio público. En ese resurgimiento se discuten proyectos de país claramente diferentes, el debate sobre el papel del Estado, de las Políticas Públicas en salud y educación, de los Derechos Humanos, de las relaciones internacionales, pero también de las prioridades comunales que afectan directamente la vida de los vecinos, el tema de la vivienda en Tandil, la precarización del trabajo, el papel del turismo como dinamizador de la economía, entre otras muchas cuestiones medulares.

Lo novedoso de este tiempo está también en que se discute la renovación de la experiencia política por la que han apostado millones de jóvenes, esa renovación siempre produce tensiones y nuevos actores; diferentes culturas y experiencias vitales entran para ser consideradas en un escenario que se amplía y se complejiza. Entre los temas políticos que se pusieron en debate está la forma de construcción política.

Sebastian Romay, este joven abogado nacido en María Ignacia (Vela), es alguien que irrumpe en el desgastado escenario de la política tandilense reivindicando un modo de construcción cuya fortaleza está en recuperar la idea de que lo político se edifica en una relación cara a cara, que sólo se transforma en colectiva y en este sentido realmente política y pública, cuando nace de un diálogo entre personas que exponen sus expectativas, tanto sean las del candidato como las de los ciudadanos que son, en definitiva, las que tienen que definir las líneas de acción.

Construir política con el pueblo tandilense implica desterrar la idea de que la política es pura gestión, una idea instalada por la Derecha y hegemonizada durante los años ´90
-“la política como gestión de lo posible”- no pensar más allá de nuestro propio imaginario real o construido por esa Derecha.

Hacer política a través de subsidios y creer que el pueblo vota por eso, es como creer que millones de personas nos movilizamos por el “Pancho y la coca”. Los gestores no son políticos y tarde o temprano son empleados de los que mejor les pagan.

Recuperar la idea de que la política se hace en los territorios y no en los medios de comunicación, significa reconstruir redes sociales y solidaridades perdidas, juntar a los vecinos que tienen demandas comunes e ideas para resolver sus problemas. Poner en marcha un dispositivo de acción social a partir de los propios protagonistas que se esclarecen sobre sus problemas compartidos; esto es, poner en marcha una idea de ciudadanía que no espera sentada el subsidio. Por eso la política territorial, como en el primer Peronismo, colocó el protagonismo en el pueblo y no en los gerentes.

Sebastián Romay, con un entusiasmo y una convicción que sólo puede tener alguien de treinta y pico, decidió que la política se hace de este modo y por ello, desde hace tiempo, visita casas de familia, sociedades de fomento, bibliotecas populares, sin prometer nada, sólo para compartir un proyecto con la gente y escuchar sus problemas más importantes pero también las ideas que tienen para resolverlos, con el fin de motorizar un proceso del que el Estado es responsable.

Al mismo tiempo, Sebastián es un joven militante que no cree que la historia haya comenzado con ellos y por eso muchos de los que impulsamos su candidatura a Intendente de Tandil somos personas que ya tenemos historia política, que hemos creído siempre en la potencialidad de la solidaridad social y que adherimos convencidos a este modelo kirchnerista que cambió la vida de millones de argentinos, enfrentando a los poderosos en un terreno en el que hacía mucho nadie se atrevía, para redistribuir riqueza y financiar políticas de inclusión social, porque al fin ese es el tema central, sea en Tandil, Bariloche o Rosario.

Como militante kirchnerista, Sebastián afirma que quiere traer el Proyecto Nacional Popular a Tandil y muchos tenemos la convicción de que no hay otro candidato que pueda garantizarlo.

Porqué Auza no es el mejor candidato?
Hay dos tipos de razones que pueden alegarse para justificar porqué Néstor Auza no es el mejor candidato para representar el modelo kirchnerista.

Las primeras son de orden ideológico-político y son las más importantes, las segundas son de orden táctico-instrumental.

Vamos por partes, las razones de orden ideológico-político se resumen en el apoyo a la corporación de las patronales agrarias en el peor momento del gobierno de Cristina y, aunque los seguidores de Auza lo minimicen, ese apoyo, que en realidad es la punta del iceberg del oportunismo político, fue el apoyo a un modelo de Estado que dejaba en las manos del Mercado, o sea en las manos de los de siempre, la riqueza ilimitada y el poder fáctico. Un Estado al que se le pide que participe para reprimir la protesta social cuando los pobres o los trabajadores salen a reclamar por sus derechos y que al se le exige que se retire de la regulación económica porque el Mercado es auto-suficente, ese fue el modelo de los años ´90.

Hoy, ese conflicto se reproduce con Clarín, Papel Prensa, Siderar y varios otros, sólo que muchos de los que apoyaron a la Sociedad Rural con la “Mesa de enlace”, y le hicieron el coro a De Angelis (circulan los videos) saben que lo que creyeron que era el fin del kirchnerismo era simplemente una crisis de crecimiento y hoy con el Estado enfrentando a otras corporaciones no es “oportuno”, mirando encuestas, contraponerse al modelo del Estado intervencionista del kirchnerismo.

Auza no ignoraba que lo que se discutía y aún se discute es un modelo de Estado, puede que alguno de sus seguidores sí lo ignoren pero él no, por lo tanto los motivos ideológicos para impugnarlo como candidato son evidentes. El eje del kirchnerismo ha sido reconstruir el poder del Estado, si alguien no está de acuerdo con eso, por ideología o simple oportunismo, no puede representar el modelo nacional-popular.

Las segundas razones son más instrumentales, como dijo con claridad meridiana un compañero peronista, Auza ya perdió con los Radicales y no perdió con Lunghi, perdió por 20.000 votos con el sparring de Lunghi o sea con Nicolini, ¿Cuál es la razón para pensar que, aún en el cálculo más mezquino, les va a ganar ahora? ¿El arrastre de Cristina? Lunghi tiene en la sociedad tandilense mejor imagen que Cristina, por eso compañeros, en lugar de enojarse y sacar a la luz una retórica inflamada que junta a Evita con Auza, sería bueno que se esclarezcan sobre los motivos de porqué una buena parte de los que somos kirchneristas no lo apoyamos.

Prensa: Carlos Subiza

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