Ruralistas presionan a concejales, en Olavarría
Diario El Popular: Cuando se iban del Concejo, Silly Cura e Ignacio Aramburu fueron rodeados e insultados minuciosa y furiosamente por un grupo de personas entre los que había hombres y mujeres.
Esas escenas definieron el estado de ánimo imperante en la sesión del HCD.
Los dos Frente para la Victoria , el oficialista y el del curismo, votaron por un proyecto instando al diálogo, pero que no era el que querían los productores.
El presidente del cuerpo, Julio Alem, ratificó su posición en contra de la política kirchnerista respecto del campo.
La aprobación de un proyecto instando al diálogo entre el Gobierno y el campo, pero sin pedirle al intendente José Eseverri y a los legisladores provinciales Alicia Tabarés y Mario Cura que intercedieran y sin un apoyo explícito a la posición de los ruralistas desató la ira de los productores que se presentaron anoche en la sesión del Concejo Deliberante.
Concluida la sesión, los ruralistas, hombres y mujeres, lanzaron toda clase de improperios contra los miembros de los dos Frente para la Victoria , el del oficialismo y el curista.
Instantes después, ya en la vereda, Silly Cura fue rodeada por varios manifestantes, que le recriminaron a viva voz su posición, la insultaron con fervor y se dedicaron a dejar en claro que están dispuestos a no escatimar herramientas de presión en su plan de lucha.
Si a Silly Cura su condición de mujer podía darle ciertas garantías de no ser agredida físicamente, para el concejal Ignacio Aramburu la situación era diferente.
El fue seguido durante varios metros, exactamente hasta la vereda del Museo Dámaso Arce, donde por momentos pareció que algunos iban a tratar de golpearlo.
El concejal intentaba explicar su posición, pero quienes lo rodeaban lo vituperaban sin solución de continuidad, a pesar de que algunos ruralistas pretendían que se hiciera silencio para que él dijera lo suyo.
La tensión llegó a tal punto que se acercaron dos policías como para intervenir antes de que las cosas pasaran a mayores.
Los insultos de algunos parecían indicar que tenían algún vínculo con Aramburu, como el que le gritó "no te voy a invitar más a mi cumpleaños", frase que a pesar de su insólita absurdidad no pudo quebrar el clima de tensión y pasó inadvertida entra las acusaciones de "ladrón" o "es una vergüenza que estos tipos nos cuesten tres mil quinientos pesos".
La sesión
Lo más áspero llegó al final. Fue una sesión que estaba destinada a pasar sin pena ni gloria. Pero la presencia de los ruralistas - unos 70 en total - encendió una llama peligrosa.
Tras una sucesión de proyectos que se aprobaban por unanimidad o mayoría y sin grandes debates - no más que intercambios de posturas - la frutilla del postre la puso el concejal Marcelo Urlézaga (Primero Olavarría) cuando propuso sentar postura desde las distintas localidades para ejercer presión a favor de la protesta agropecuaria.
Habló del campo en Olavarría como "motor del desarrollo local" y lo enfrentó a otro tipo de emprendimientos que "se llevan el dinero de acá": "empresas extranjeras, financieras que las hay, el bingo".
Y planteó que hay "80 millones de dólares anuales que se van de Olavarría por las retenciones".
Denunció al gobierno nacional "cuando acusa al campo de oligarca y golpista. No se puede gobernar con odio, con resentimiento". Y lanzó al ruedo su propuesta de "apoyo incondicional a esta lucha del campo".
La respuesta de la barra no se hizo esperar.
Aplausos fervientes primero, banderas argentinas flameantes y el grito robado a los 70: "el campo unido jamás será vencido", una y otra vez durante largos minutos.
El gran evento discursivo llegó después.
La concejal Susana Valverde ( alicista alineada en el Frente para la Victoria ) ascendió al estrado del presidente del cuerpo y Julio "Chango" Alem descendió a la banca rasa. Que se posicionó exactamente en la vereda de enfrente de su banca como ya había advertido en abril pero esta vez con un discurso largo y encendido.
Acusador del Gobierno por lo que caracterizó como una política de "amigos-enemigos".
" Este conflicto perjudica al país y perjudica a sus habitantes. Los perjudica porque si no se exportan carnes y granos no hay divisas y no se recauda", dijo .
Vaticinó que "en el panorama oscuro que ven muchos no sembrarán trigos y si no se siembra trigo no se cosecha y se encarecen los productos, fundamentalmente el pan. Y se perjudica a todo el país", advirtió Alem.
Fue más allá todavía: "es absurdo que el país esté en vilo por una pulseada que no tiene sentido".
Y habló de las miradas internacionales puestas en el conflicto pero volvió a lo que consideró "esta lógica de ejercer la función pública en amigos y enemigos" como "errada. El país tiene sobrados ejemplos de gobiernos que manejaron esa lógica. No tiene sentido, ni futuro ni fundamento".
Definió como ajenos a esta movida ruralista a los grandes sojeros poniendo el acento en esos hombres y mujeres que "todos conocemos".
"El pequeño productor no tiene espaldas para aguantar y guardar su producto ni aguantar el aumento de los insumos. Hay que asomarse y ver quiénes están al costado de la ruta y cuántos son los que están acá. No son grandes sojeros. Y el perjuicio de hoy no se revierte ni mañana ni pasado", indicó
Y caracterizó al Gobierno como el que tiene la responsabilidad simplemente de gobernar y no de plantearse como "socio de los productores" porque – dijo - "no lo es. Si ganan mucho, que ganen mucho. Porque si después pierden, pierden ellos. El gobierno no es socio de los productores, que son los que asumen los riesgos. Así debería ser".
Y ahí rebatió a Urlézaga en el destinatario de su propuesta. "No creo que sea conducente que le digamos a José (Eseverri) 'tocale el timbre a Cristina y decile que se deje de jorobar'".
Y a la hora de analizar los porqués planteó que "decir me equivoqué, no es pecado ni lo es pedir perdón".
Su bloque se mostró partido. Su par, Nito Cazot, tomó la palabra y anunció que acompañarían el proyecto del Frente para la Victoria Peronista. Pero eligió mostrar su opinión discordante con la de Alem. "No he visto estas actitudes" ante la situación de los jubilados, los desocupados, los trabajadores.
Recordó el corralito y planteó que en las crisis los que eternamente pierden son los más vulnerables.
Después llegó el cuarto intermedio. Y una vez más, voto por mayoría pero con posturas diversas dentro de la mayoría.
Cuatro artículos (uno, de forma) con no más de un par de líneas cada uno.
El central, el número dos, decía "expresa su convencimiento de que la falta de acuerdos específicos sólo se podrán superar -en beneficio de todos los argentinos- profundizando dichos mecanismos de diálogo y no por la vía de las presiones".
Eran algo más de las 22.15 pasadas cuando todo se diluía, con gritos, agresiones verbales y un par de destinatarios dilectos de los sapos y culebras de los ruralistas. Con sus escarapelas en el pecho y una docena de estandartes celeste y blanco que se agitaban.
Anoche en Saladillo: La patota, disculpas y cacerolas
(La Síntesis) – “Anoche, Alejandro D´Onofrio, uno de los productores que participaba de la asamblea en "La Totora", cuando la puerta se entreabrió, "manoteó" la cámara que llevaba Claudio "Batuque" Díaz, aún no se sabe por o para qué. Si la idea era que alguien no "viera" lo que estaba sucediendo, era tarde. La actitud, una grosería, para no abundar en adjetivos. Algo que demuestra algún grado de nerviosismo en medio del conflicto. Lo que no justifica actitudes patoteriles, de ninguna manera...(sigue...)
(Leer más en: carlos-lance.blogspot.com/2008/05/ruralistas-presionan-concejales-en.html)
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