Alentados por Alberto Balestrini en su triple rol de vicegobernador, presidente del PJ bonaerense y titular de la cámara alta de la provincia, los senadores bonaerenses del oficialismo y sus pares de la UCR aprobaron una reforma del código electoral provincial, que tiene un claro sesgo de autonomía respecto a la Nación.
La media sanción al proyecto de reforma política enviado por el PJ bonaerense hace dos días, contempla varios cambios en la ley Electoral (nº 5109) de la provincia, como el establecimiento de elecciones “primarias”, es decir, internas abiertas, obligatorias y simultáneas para todos los partidos, al igual que se intenta aprobar a nivel nacional.
Una es la de las listas colectoras y espejo, que en las últimas elecciones legislativas fueron utilizadas tanto por los intendentes del Frente para la Victoria como por los partidos de la oposición, y perjudicaron expresamente a Néstor Kirchner.
Y, por otro lado, el radicalismo logró colar en el proyecto un artículo que elimina las denominadas candidaturas testimoniales para las elecciones generales, que hace pocos días atrás fueron definidas como un error por el propio gobernador Daniel Scioli. Ahora, quien se presente como candidato debería renunciar a su cargo, si es funcionario. El candidato no está obligado renunciar a su cargo para participar de la interna.
Por otro lado, como anticipó La Política Online, esta reforma deja abierta la posibilidad de que las elecciones a nivel provincial se efectúen por separado con los comicios nacionales, lo que tiene una clara carga política: los candidatos provinciales no deberán estar colgados de la buena o mala imagen de un candidato nacional, en particular de Néstor Kirchner.
Lo hizo al disponer, a secas, que las elecciones primarias para definir cargos de gobernador, vicegobernador e intendentes deben ser convocadas “dentro de un plazo de 90 y 180 días antes que las del comicio general”, pero no especifican la fecha de esa contienda, a diferencia de lo que sucedió a nivel nacional donde se dispuso que las internas sean la última semana de agosto de 2011; o sea, noventa días antes que la general, pautada por una ley para el domingo final de octubre.
El proyecto tuvo el apoyo del peronismo y de los cuatro radicales que integran el Senado, que comanda Balestrini y que tuvo en su vice primero Federico Scarabino, autor del proyecto y espada clave en su aprobación.
La negociación
Si bien en el Senado el oficialismo cuenta con una vasta mayoría (32 senadores sobre un total de 46), en Diputados la tiene difícil para lograr los dos tercios necesarios que se necesitan para modificar la ley Electoral.
Es por eso que dio paso a las negociaciones con el radicalismo y dejó introducir en el proyecto la eliminación de las candidaturas testimoniales, con vistas al consenso que deberá lograr en la Cámara baja, donde cuenta con menos de la mitad de los diputados.
La Cámara que preside Horacio González trataría el proyecto la semana que viene y, si no logra hacerlo, podría sesionar el lunes 7 de diciembre, tres días antes del recambio legislativo, el inicio de un período en el que difícilmente el oficialismo consiga los dos tercios.
Otros cambios
Como explicaron a La Política Online desde el bloque oficialista, otro de los cambios que incluye esta reforma es el que establece que el candidato deberá vivir como mínimo 2 años antes de la elección en la misma sección por la que se postula.
Ese artículo, como apuntaron a este medio, evitaría la aparición de casos como el del diputado provincial Jorge Macri, que si bien es de Tandil fue candidato por la Tercera Sección electoral. Y, como reconocieron desde ese bloque, también prohibiría la aparición de porteños en las listas de la provincia, algo que se le achaca comúnmente a Scioli.
Por otra parte, para poder participar de las elecciones generales, los partidos deberán sacar al menos el 1,5 por ciento de los votos positivos en la interna. Esto apunta a achicar el número de partidos en los comicios definitivos, uno de los objetivos principales del PJ, que también está estipulado en la reforma nacional.
Finalmente, se estableció al sistema D´Hont para las elecciones primarias, mediante el cual los partidos dividen la cantidad de votos obtenidos por la cantidad de cargos a elegir y luego las cifras de todos los partidos se mezclan en una tabla general que define el orden de reparto. En la elección general seguirá vigente el sistema de cociente, que es el que se usó hasta junio en las elecciones legislativas de la provincia. (fuente: lapoliticaonline)
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