No queríamos pasar por alto, esta pieza de antología (leer acá) que publica el Portal del oficialismo local: La Tandilura. Si alguna duda teniamos sobre los valores de estos vecinos que hoy gozan de la preferencia de la ciudadanía serrana, hoy, nos que claro, su verdadera naturaleza: la soberbia y la intemperancia hacia el otro no tienen fondo en este barril del unionismo local. Lamentamos mucho este giro que una centenaria fuerza política está dando a luz en Tandil.
Los hombres y mujeres de bien, buenos vecinos, sin juzgar a nadie por su pensamiento y/o sus preferencias o convicciones políticas, seguiremos dialogando, charlando, discutiendo en cada mesa de café o sobremesa de exquisitos asados en ronda de amigos, que los tandilenses como cualquier buen argentino cultiva con devoción cuasi religiosa con su amigos y conocidos.
Algo anda mal en el seno de la sociedad. Es tiempo de reflexionar sobre las conductas de los hombres y mujeres que se animan a batallar en esa pasión que es la política.
El Observador no dejará de llamar -con un alto grado de inocencia- a la convivencia en la diversidad de pensamientos, percepciones o simplemente opiniones diferentes a la del "otro". Algún día- tal vez- podamos decir que transformamos esta realidad patética que nos brindan nuestros dirigentes y gobernantes. ¡ Que Dios los guarde, porque el Infierno ya se lo ganaron!
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