No queriamos dejar pasar la oportunidad de remarcar el viejo vicio de los dirigentes nacionales y provinciales del justicialismo que recorren el interior de sus territorios ninguneando a los militantes y referentes locales; es sabido que las elecciones se ganan, no solo con los medios de comunicación sino también con el trabajo militante de miles de hombres/mujeres de base que, en un boca a boca, repartiendo boletas y convenciendo al vecino suman de a uno a los votantes para construir el triunfo -o fracasar- electoral de la fuerza política que representan.
Esta manera de hacer campaña tenia sentido cuando el de "arriba" era la locomotora y arrastraba el resto de la formación, pero hoy, eso es un lindo pasado que todos añoran pero no pueden repetir; hoy se necesita de todos, y fundamentalmente de los militantes y dirigentes de abajo para remontar una elección provincial o nacional. Ya nadie tiene la vaca atada.
Pero parece que en La Plata o Capital Federal esto no se entiende o no se quiere ver o hacen como la avestruz que mete la cabeza bajo tierra cuando se viene el peligro. Esta también es otra manera de fracasar, de lamentarse con el diario del lunes de los resultados del domingo.
Advertimos humildemente a los del más allá, que estamos en una bisagra de la historia; que no le debemos nada a nadie; que la intemperie ya nos curtió la piel; pero que lo que se hace para el culo, se paga y se paga caro. ¿ Se entiende ?.
El próximo miercoles viene el gobernador a Tandil; tiene la oportunidad-y sus operadores deben advertirle-de mostrarse junto al colectivo que lo llevó a donde hoy está, o puede seguir haciendo la clásica política de cortarse solo y ignorar a sus compañeros del pago. En él, está la respuesta. Los humildes de la Aldea, pasaran a cobrar el día del comicio. Después que no se extrañen como el vicegobernador de que en Tandil "le cortaron la boleta con su nombre cuando había lista única"
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