Pongámoslo en lenguaje futbolero: es como si la gente de Huracán eligiera, de serle posible a los clubes consensuar el árbitro que los dirija, a Gabriel Brazenas. O como que Fernando de la Rúa se hubiese postulado en 2003 y hubiese ganado.
Sobran los dedos de una mano para contar los proyectos de Ley en los que el Diputado Francisco de Narváez estampó su firma, como autor, desde que asumió la banca hace casi 4 años. Solo uno de ellos, al que sólo acompañó con su firma creando el Programa Nacional de Educación y Prevención sobre el Consumo de Drogas, consiguió media sanción.
Estratégico en medio de la disputa con el campo, bastante más son los proyectos de resolución que impulsó para solicitar la declaración “de interés” de una serie de exposiciones rurales en diferentes distritos de la Provincia. Por no mencionar el que expresa el “beneplácito” por la fundación de Carbap.
En su austero derrotero parlamentario sobresalen, además, un pedido para que se declare el “Día Nacional del Federalismo”; “Monumento histórico a un hogar de Ancianos”; “Día Nacional de las familias en la Escuela” (el 15 de mayo) y hasta otro declarando de interés el libro “Italianos en el puerto de Mar del Plata”.
Lapidaria carta de presentación para cualquier candidato que aspira reelegirse en el cargo sin contar el ciertamente llamativo nivel de ausentismo que registra su currículum parlamentario ni la inexistencia de un solo proyecto referido a su lei motiv electoral: La Seguridad. Se supone, así debería ser, que uno debe demostrar cuanto menos una mínima cuota de eficiencia para aspirar a reelegirse para un mismo cargo.
Cuando trascendieron las cifras de su baja productividad, esquivó dar las explicaciones que ningún otro legislador y candidato con billetera deshilachada hubiese podido evitar alegando ser víctima de una ‘campaña sucia’ del oficialismo para desprestigiarlo. “Porque no se animan a discutir ideas”, se justificó. Como si el Congreso como Institución de la Democracia no fuese el mejor espacio para expresarlas. Su tránsito por ese palacio tampoco lo muestran muy afecto a “discutir ideas” considerando su aporte legislativo.
No lo victimizó sólo el oficialismo cuando apareció la denuncia por una supuesta vinculación suya, que todavía no explicó, con el tráfico de efedrina. Lo hicieron los medios, y compramos todos. Sumó otro privilegio imposible de igualar para el resto de los mortales. Otro más. No sólo nunca explicó su pobre legajo como diputado. Tampoco dio explicaciones a Faggionato Márquez antes de las elecciones, alegando que no iba a hacerlo frente a alguien a quien “no” le tenía “confianza”. Así dijo. Como si un Juez de la Nación en lugar de representar la Ley, fuera un amigo confidente a quién uno puede elegir como quien escoge un supermercado al cual ir de compras.
Todo, claro, acompañado de un sistemático bombardeo informativo sobre la decenas de causas abiertas contra ese mismo Magistrado. ¿Qué pasa que ya no se habla de los pedidos de Juicio Político a su Señoría, 10 días después de las elecciones?
Francisco de Narváez ganó más por debilidad ajena que por mérito propio. En su haber debería contabilizar más castigo al oficialismo que apoyo a su ‘Plan’ que nunca dejó de ser más que otro inteligente recurso de campaña sobrevaluado en Gran Cuñado. El otro espacio desde el que directamente se eliminó al resto de la oposición. Sin Stolbizer ni Alfonsín entre sus personajes y con Elisa Carrió como primer eliminada, esa fue la génesis de la polarización, su principal estrategia para derrotar al kirchnerismo
Se equivoca el empresario de origen colombiano si piensa que el peronismo con el que se asoció no va a cobrarle el autoritarismo y desprecio por el espacio con el que armo las listas. O la desperonización a la que recurrió en los días previos al 28J. Son varios los históricos del PJ que quedaron heridos. Son hábiles para disimular la bronca cuando el enemigo es otro. Y la prioridad, que era derrotar al kirchnerismo, dejó de serla. Con Eduardo Duhalde asomando a la reconstrucción del PJ, se abre la puerta a un reacomodamiento en el que no habrá lugar para la derechización del movimiento.
No es cierto que la sociedad giró a la derecha. De Narváez capitalizó el discurso que buena parte de ella quería escuchar, que no es lo mismo. Y hasta con argumentos más bien progresistas. Habló del impuesto a la ‘renta financiera’, de la ‘reducción del IVA a los productos de la canasta básica’, de la ‘inclusión social’ y, al fin y al cabo, hasta de la estatización de algunas empresas de servicios públicos. Aunque lo haya hecho temeroso de que la confesión de Mauricio Macri en torno a los fondos de las Jubilaciones y Pensiones y Aerolíneas Argentinas actuaran como un sincericidio con las elecciones a la vuelta de la esquina.
Por ahora, todo hace pensar que tiene más chances Néstor Kirchner de ser gobernador de San Luis en el 2011, que de Narváez de ser acogido en ese PJ reorganizado, incluso con Daniel Scioli y Felipe Solá realineados.
Subestima a la sociedad el ex dueño de Casa Tía si sigue mostrándose como si hubiese sido electo por su propio peso y para Gobernar e insiste recorriendo los medios en su nuevo rol de ‘opinador compulsivo’ de políticas públicas, y programas de “gestión” en lugar de preocuparse por atender el mandato popular que revalidó, inmerecido, en las urnas: Legislar. Después de todo, se haría un gran favor permitiéndose demostrar que puede ser un buen diputado. Hasta ahora, en cuatro años, no pudo hacerlo.
G.M
fuente: info cielo
Les agregamos un interesante analisís de la figura y desempeño del ganador de las elecciones en la pcia de bs as, en su paso por el congreso nacional. Para pensar. Los medios, la opinión pública, las percepciones del ciudadano común, etc. Se vienen muchos cambios importantes en el justicialismo...
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