lunes, 13 de julio de 2009

Comicios del 28J:“Hay un avance de la derecha, pero también déficit en la gestión pública”



Entrevista a Juan giani


El docente de la UNR y uno de los impulsores del espacio Carta Abierta Santa Fe analizó los resultados de las elecciones legislativas y habló sobre los desafíos que le esperan al gobierno nacional. También sentó posición sobre la transversalidad, el peronismo y las izquierdas.

El licenciado en Filosofía y docente de la Universidad Nacional de Rosario, Juan Giani, dialogó con el programa Noticias Piratas (sábados de 14 a 16 por Radio Universidad) después de la reunión del sábado al mediodía de Carta Abierta y examinó los factores que desembocaron en la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires; dijo que hay un avance de la “derecha gorila” pero que la situación es más compleja, y en este sentido señaló el déficit en la gestión pública del gobierno; marcó los desafíos a futuro del kirchnerismo; y planteó la posibilidad abierta de reflotar la transversalidad. Lo que sigue a continuación son extractos de las opiniones vertidas por Giani durante la entrevista radial.

El 28 de junio y después

“Los que acompañamos este proceso del kirchnerismo desde la reflexión estamos tomándonos un tiempo para analizar el resultado del pasado 28 de junio. Hay un grupo de compañeros que está más inclinado a la descripción de un conjunto de factores, como los medios de comunicación, que conspiraron, por ahí decirlo, contra las aspiraciones del gobierno. Otro conjunto, dentro del cual me incluyo, está más inclinado a pensar en que hubo déficit en estos últimos años en la gestión pública del kirchnerismo que llevaron a que ese déficit sea evaluado críticamente como quedó demostrado el 28 de junio”.

“Creo que cuando Cristina ganó las elecciones ya hubo señales de alerta. Allí hubo un voto mayoritario que ratificó un rumbo pero a su vez fue una advertencia. Recordemos que en aquella elección perdió en todas las principales del país. Evidentemente había un voto de los sectores medios urbanos en 2007 que marcaba una señal de alerta. Me parece que eso fue subestimado, y eso llevó a que ese malestar latente que existía en aquel momento no fuera reparado y eso desembocó en el resultado del 28 de junio. Yo menciono dos episodios que son evidentes. Uno la salida del secretario de Transporte Ricardo Jaime, un funcionario impresentable desde todo punto de vista, y otro el de las estadísticas públicas, allí hubo dos factores que pesaron en la opinión pública”.

“Los méritos del gobierno la sociedad los reconoció el 28 de octubre de 2007 en las elecciones presidenciales. Ahora me parece que faltó un horizonte de expectativas, una precisión de cómo continúa este modelo y la no corrección de déficit que estaban marcados llevaron en buena parte a esta derrota electoral”.

“Yo no diría livianamente «ganó la derecha», así tan categóricamente. En 2007 hubo un rumbo que fue ratificado y cuesta pensar que en apenas un año y medio el clima cultural haya cambiado tan drásticamente. Si bien es cierto que el resultado objetivo de las elecciones legislativas es el fortalecimiento de figuras políticas de perfil de centro derecha, como Reutemann, Cobos, Macri; el resultado de las elecciones dan una perspectiva del avance de la centro derecha. Pero la causal del voto es más compleja. No creo que las cosas que el gobierno hizo bien, me refiero a su política exterior, su política de creación de empleo, política de defensa de los derechos humanos, fueron repudiados. Me parece que la sociedad ya pagó esos méritos, y ahora pide otras y más cosas. Lo que tiene lo considera un derecho adquirido, quiere incorporar logros que todavía no ha obtenido. Un ejemplo: la Argentina ha creado mucho empleo, pero todavía hay mucho trabajo en negro. Más que pensar el presente en términos de regresión absoluta, hay que pensarlo como por un lado los logros acumulados ya fueron reconocidos y deudas del gobierno que no fueron bien atendidas. No hay que dejar de señalar que hay una reacción de la derecha argentina aprovechando el voto para repudiar a Cristina. Pero no me quedaría solamente en decir «hubo un avance de la derecha». Uno no puede perder en la provincia de Buenos Aires porque solamente los sectores medios votaron negativamente, sino que hay sectores populares que no acompañaron. Allí habrá habido factores que tienen que ver con la inflación, con un proceso de crecimiento que se detuvo tal vez por las condiciones internacionales”.

Pensando en 2011

“Me parece que la principal tarea hoy del kirchnerismo y de los grupos que estamos acompañando el proceso no suponer que acá hubo una especie de incomprensión social. Hay grises, hay falencias, hay cosas para corregir. La actitud más sabia, justamente para no sucumbir, es estar atentos y no cometer el error de 2007 de subestimar. Hay que trabajar en una agenda que mantenga un rumbo progresista pero a su vez que atienda las deudas”.

“Está claro que hay un sector social, una especie de derechismo gorila irrecuperable, sobre el cual hay muy poco para hacer, porque tiene que ver con la complejidad social. Son grupos que optan por políticas que el gobierno no representa. Si uno considera que ese sector es el 70 por ciento ahí estamos en problemas. En realidad es un segmento minoritario. Hay todo otro segmento social fluctuante que tiene un sistema de demandas que al gobierno le resulta difícil de interpretarlas pero que no son desdeñables. Un ejemplo. La reforma política es un tema interesante que por ahí hay sectores a los que les interesa y a otros que no. Hay sectores medios urbanos que no están completamente perdidos para una causa progresista a los que no hay que cerrarles la puerta. Hay que diversificar la oferta y no darlos por perdidos”.

“También hay sectores de poder que lo único que quieren con el gobierno es revancha, a los que no se los convence porque lo que quieren es defender sus intereses. Ante eso una tiene que construir mayorías sociales fuertes para tener la capacidad de enfrentarlos. El gobierno tiene que reconstruir una base de apoyo pensando en los sectores populares, pero tratar también de que sus alianzas sociales no queden reducidas a eso porque claramente eso lleva a derrotas electorales. Hay nuevo ministro de Economía. A mí me preocupa poca que Amado Boudou habla más y mejor que Carlos Fernández. Me preocupa que diseñe un conjunto de políticas públicas que combata el empleo en negro, distribución del ingreso. Después hay que pensar otras cosas que el gobierno ha desatendido y que pertenecen a otros sectores sociales”.

De diálogos y consensos

“Uno no puede transformar la realidad sin un nivel de conflictividad social. Ese ha sido un gran mérito del kirchnerismo. Uno no puede no aceptar privilegios sin antagonizar con otro al cual se lo va a afectar. Ahora también está claro que ese nivel de conflictividad progresista es vista por sectores sociales como prepotencia, autoritarismo, hegemonismo, una suerte de me llevo adelante a todo el mundo. El gobierno no logró mantener la conflictividad sin aislarse. Que esa conflictividad logre involucrar a la mayor cantidad de sectores posibles. Hay un gran riesgo de que uno plantee un nivel de conflictividad importante y que quede en minoría. Si uno plantea una actitud de antagonismo, de afectar privilegios, de avanzar sobre sectores conservadores, pero si no logra involucrar en esa lucha a sectores sociales mayoritarios, bueno, queda tecleando, como está el gobierno ahora. Desde el punto de vista de los sectores de poder hay mucha hipocresía. El ruralismo clamaba consensos y escrachaba a Agustín Rossi. Hay mucha mentira en aquellos que reclaman el consenso”.

Transversalidad, peronismo e izquierdas

“Yo defiendo la transversalidad, pero no simplemente por esta coyuntura política. Yo vengo de una militancia en el peronismo, pero soy consiente de que se llaman peronistas aquellos que de peronistas tienen poco. Por eso pienso que los sectores de izquierda del peronismo, sectores que fueron consecuentes con el peronismo, pueda articular con lo que yo llamo la izquierda responsable, es decir, la izquierda no testimonial, que tiene una perspectiva de construcción de mayorías, preocupada por la gestión, una izquierda que en la Argentina es minoritaria. Siempre deseé que lo mejor del peronismo y de la izquierda se encontrasen. Pensé que eso iba a ocurrir con el kirchnerismo, pero no. Eso implicó que lo bueno de la izquierda se recostase en la marginalidad o en alianzas con sectores de la derecha gorila. Y un Kirchner demasiado recostado en el Partido Justicialista. Este fue el escenario al que arribamos el 28 de junio pasado. Esto le implicó perder interlocución con otros sectores sociales. Eso no ocurrió por falta de convicción de Kirchner, pero también de la centro izquierda, que tiene una actitud histérica, vamos y venimos, mucha desconfianza con el peronismo, y el caso más claro es el Partido Socialista. Quizá ocurra a futuro, pero sería ingenuo si no dijese que el panorama es más complicado que dos o tres años atrás. Cuánto del peronismo con poder, digo gobernadores, senadores, van a mantener fidelidad después del 28 de junio. El peronismo después de Menem es muy tributario al poder electoral, las condiciones ideológicas son bastante oscilantes. Es una historia abierta. Ojalá hubiese un sector del peronismo que mantenga lo que el kirchnerismo ha expresado estos años, y a su vez que eso pueda articularse con grupos sociales y partidos políticos, que no son tantos pero no hay que desdeñar, porque por una parte hay que sostener al gobierno. No seamos ingenuos, hay sectores que están pensando que esto termine antes de 2011. Y es importante que el gobierno construya una mayoría social para garantizar su gobernabilidad y no terminar dando lástima, sino terminar el gobierno con banderas y principios en alto”.

Fuente: Redacción Rosario

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