Empapada por la lluvia, con la botamanga de sus pantalones embarrados, con el maquillaje corrido y con una camisa prestada todavía húmeda que proveyó una lugareña, la presidenta Cristina Kirchner recorrió a pie la zona de Tartagal más castigada por las últimas inundaciones. En su breve diálogo con la prensa local, y rodeada de vecinos y autoridades municipales, la jefa de Estado repitió tres veces que el problema más acuciante de Tartagal es la pobreza estructural.
"Ustedes, que viven aquí, saben que lo que estoy diciendo es verdad", agregó Cristina Kirchner, después de asegurar que en
Hace algunos días me preguntaba si la presidenta de
Debo decir que me impresionó gratamente Cristina Kirchner al pulsar en el propio terreno y a través del testimonio directo de los afectados las necesidades de un pueblo castigado por las inclemencias del tiempo y, por qué no decirlo, debido también a la falta de previsión de las obras de infraestructura adecuadas.
La jefa de Estado consoló a cuantas personas se le acercaron y trató de contener el llanto de mujeres que habían perdido todas sus pertenencias. A un grupo de empresarios que la acosaron con reclamos, les dijo que entendía sus razones pero que primero había que resolver el tema de los que habían perdido sus viviendas.
En semejante cuadro de caos y destrucción, no hay mucho tiempo ni ganas de saber quién, con la excusa de un nuevo y falso alud, impartió la orden de evacuar a los pobladores que
Será por la foto, será por el año electoral o por autentica preocupación, lo concreto es que este miércoles
(*) Periodista.
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