| En una jugada que presagia complicaciones a la estrategia sciolista de seducir alcaldes del vecinalismo, el Ejecutivo dejo trascender un acuerdo para que el titular del PJ de Tres Arroyos, Pablo Garate, un dirigente abiertamente enfrentado con el intendente Carlos Sanchez, recale en la administración provincial, más precisamente en el área que conduce Ricardo Casal aunque –aún- sin rótulo definido. Según publicaron esta mañana los diarios platenses Diagonales y El Día, el ex legislador que tuvo un pasofugaz por la Cámara Baja tras el fallecimiento de Rattero; habría acordado su desembarco en el organigrama provincial bajo la órbita de la ampliada cartera de Justicia y Seguridad. En los nueve meses que duró su acotado mandato en Legislatura, Garate sobresalió entre sus pares cuando se plantó, desde el bloque oficialista, contra una medida impulsada por el propio Ejecutivo, en el marco de una reevaluación del impuesto inmobiliario rural. De pasado frepasista; el dirigente de Tres Arroyos zigzagueó en los últimos meses por distintas corrientes del peronismo provincial; mostrándose junto al ex presidente Eduardo Duhalde y hasta con el principal adversario interno de Daniel Scioli, el tigrense Sergio Massa, hasta recalar, últimamente, en el armadobruerista en territorio provincial, donde se alistó como férreo defensor del sueño del alcalde platense por conquistar la Provincia. “Si creen que el Partido Justicialista es sólo el kirchnerismo, están equivocados”, se había defendido el futuro funcionario provincial. En ese marco, recibió en su distrito al propio Pablo Bruera conla excusa de la reinauguración del local partidario; mantuvo encuentros esporádicos con su hermano diputado, Gabriel, y hasta impulsó la llegada aTres Arroyos del Jefe de Gabinete platense para disertar sobre las virtudes de la principal herramienta de gestión bruerista, el “Presupuesto participativo” La incursión de Martorelli en su distrito el último 10 de Julio, se enmarca en un abierto enfrentamiento queGarate mantiene, fronteras adentro de su pago chico, con el intendente Carlos Sanchez, un vecinalista de buena relación con el kirchnerismo pero que había anunciado públicamente que “no” iba a acompañar la estrategia sciolista de sumarse al oficialismo. Desde La Plata apostaban, sin embargo, a recuperarlo para la causa con el propósito de bloquear su deseo de que germine su pretensión independentista, ante referentes de su espacio a quienes apuntaba sumar: Ricardo Móccero, de Coronel Suárez, y Néstor Starc, de Coronel Rosales. Fruto de esa complicada relación, la llegada de Garate al equipo sciolista le pone punto final a la avanzada sciolista para recuperar a Sanchez a su cruzada. Por eso, en Tres Arroyos, leyeron la jugada como una represalia hacia el intendente. No fue el único gesto de Scioli que empieza a molestar a los vecinalistas. Ayer, el propio Gobernador oficializó otra incorporación a sus filas emparentada con otro desplante, más resonante, en el corazón de ese sector de los intendentes bonaerenses, el Movimiento Evita. La fuerza que lidera Emilio Pérsico, recalará, también, en el organigrama provincial, un par de semanas después de haber roto lanzas, con otro emblema del vecinalismo en San Martín, cuando anunciaron su salida de la gestion Ivoskus con el propósito de liderar una corriente propia en ese distrito de cara a las elecciones venideras. El caso Pinamar, donde la relación entre el actual intendente del vecinalismo que recuperó el Municipio bajo el paraguas sciolistas, Blas Altieri, abiertamente enfrentado con el PJ local, se presenta como la próxima encrucijada que deberá sortear el Gobernador si es que mantiene la esperanza de conquistar, electoralmente, a los representantes de ese espacio. |
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