Corren los rumores en la Aldea Serrana.La última novedad-que la medimos como frio-frio en post anterior- tiene un buen espacio en la editorial de la Voz de Tandil en la pluma de Guillermo Liggerini. Como el mundo cambia a pesar de los hombres. O como decía el Viejo: a la evolución hay que acompañarla creando la montura que se adapte a sus relinchos, en la evolución de la política lugareña también nos adaptamos a los cambios...pero, quiero decirlo con todas las letras, aunque algunos se enojen: muchachos hay historia en esta lenta decadencia que viene sufriendo la dirigencia del peronismo serrano desde la muerte de Luis María Macaya en la década del noventa. Y, hoy por hoy, hay mucha buena voluntad-aunque venga con la bolsa bajo el brazo-pero ninguna política conducente a cobijar al variopinto espectro justicialista bajo el ala; y menos lo veo queriendo "inventar" un exilado de las tierras de Benito Juarez,por más méritos que haya hecho desde su lealtad al duhaldismo paladar negro hasta su adhesión al kirchnerismo actual. Este intringulis político lo arreglamos los nativos porque no hay inmigrante que pueda, aunque quiera. Un botón basta de muestra: en plena década del noventa el joven ingeniero Jorge San Miguel traía bajo el brazo a su padrino político, el conocido dirigente ayacuchense-también impresentable en sus pagos-Don Luis Ilarregui, y así le fue: nunca pudo afirmarse en la conducción del peronismo local, a pesar de sus propios méritos. Terminó siendo parte de la vieja dirigencia decadente y perdidosa que ha dominado la política local desde los inicios de la democracia. A "valija de cartón" San Miguel se lo dijimos con una parábola que no entendió: que no te pase lo que a Prusia con la Santa Alianza....Amén...y reproduzco la nota del periodista:
"Y hablando de digerir, todavía por éstas horas los referentes justicialistas están asimilando la decisión que el kirchnerismo ha adoptado para el armado vernáculo.
A nadie escapa que la figura de Diego Bossio, bajo la estructura del Anses asumió un rol protagónico, casi excluyente que incluso logró juntar las cabezas siempre rebeldes del peronismo tandilense.
Por convicción o conveniencia, todos se fueron enfilando detrás del influjo Bossio, incluso aquellos que amagaron con saltar el charco -una vez más y van- en pos de un horizonte mejor.
Dentro de esa influencia kirchnerista, cada uno de los caciques, léase Jorge San Miguel, Rubén Sentís, Marcelo Cifuentes, Raúl Escudero y Néstor Auza, por citar a los más representativos, se congraciaron con los pasos kirchneristas y aspiraban a ser ungidos por Bossio y así resultar el hombre a representar el armado lugareño.
Pero el justicialismo y sus actores siempre dan sorpresas y esta vez no fue la excepción. Los referentes detallados fueron citados y se confirmó lo que ya corría como reguero de pólvora en cada uno de los encuentros ensayados -abiertos o cerrados- del peronismo tandilense.
En efecto, Bossio los convocó y les confirmó lo que no por versiones y comentarios dejó de resultar una sorpresa: Rafael Magnanini recibió la venia para dirigir la tropa tandilera.
“Si los hermanos se pelean los devoran los de afuera”, podría ser la frase que por éstas horas asimila más de un dirigente al conocer la noticia que el Rafa será el armador político serrano, que a pesar de sus años de residencia sigue siendo aún un foráneo para el tandilense medio, incluso para los relegados y azorados peronistas.
El ex intendente de Juárez, tendrá la nada sencilla tarea de dirigir una tropa nada disciplinada, que recibió otra vez los designios del poder central.
Se cree que por éstas horas, mientras los candidatos se van sacando el saco y lo cuelgan en el perchero de las aspiraciones, escucharán el timbre en sus residencias. El Rafa estará en sus puertas, pergeñando lo que será el armado kirchnerista local frente a los futuros comicios electorales y el nada sencillo desafío de cambiar una historia hasta aquí signada por el pediatra que trabaja de intendente."
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