viernes, 2 de octubre de 2009

Julio Cobos: ¡ Ese Judas de los Kirchner !...y una sociedad anómica...


Uno de los actores políticos más importantes de la Argentina de estos tiempos, es sin ningún lugar a dudas el vicepresidente Julio Cobos, que desde el famoso voto “no positivo” por el tema de las retenciones al sector agropecuario el 17 de julio del año pasado en la Cámara Alta, se ha convertido en uno de los personajes centrales de la política local.

Una encuesta realizada por Isonomía Consultores, muestra que más de la mitad de la población cree que Julio Cobos, pese a la resistencia que recibe diariamente del oficialismo, debe seguir en su cargo y dar pelea por dentro contra el kirchnerismo, dando cuenta de que la sociedad quiere un vicepresidente combativo y no uno callado.

El año pasado, al momento de votar contra la propuesta del Ejecutivo sobre las retenciones móviles, el mendocino había expresado que “obviamente el consenso no está presente, está el país partido, con dos posiciones muy dispares una de otra y el consenso ha quedado al margen. Hoy debe ser el día más difícil de mi vida”.

Hoy, más de un año después, Cobos vuelve a estar en el centro de la escena política debido a su oposición a la nueva ley de Servicios Audiovisuales, que el oficialismo busca que se trate la semana que viene en el Senado, y donde el gobierno quiere que no se dé un nuevo marco como en el que se dio en el tratamiento de la Resolución 125.

Que se quede donde está

Desde que Julio Cobos comenzó a manifestar públicamente su oposición a varias de las posturas originales del kirchnerismo, fue un amplio sector del oficialismo el que salió a pedir que diera un paso al costado debido a que ya no podía congeniar con el Ejecutivo y se movía absolutamente contrario a los intereses de la fórmula presidencial que él había integrado con Cristina Fernández.

Para saber cuál es la opinión de la sociedad sobre la actitud asumida por el vicepresidente desde entonces, Isonomía Consultores efectuó un sondeo de opinión realizado mediante el sistema de IVR (Interactive Voice Response), y se llevó adelante entre el 25 y 27 de Septiembre y fue hecho con 600 casos en la Capital Federal y 1200 en la provincia de Buenos Aires.

En el territorio conducido por Daniel Scioli, el vicepresidente mantiene un alto nivel de imagen positiva lo que permite que el 51,3% de los bonaerenses crea que el mendocino debe quedarse en la vicepresidencia y mantener su perfil opositor al kirchnerismo; mientras que el 25,8% cree que debe renunciar a su cargo; y el 22,9% de las personas piensa que el ex gobernador de la provincia de Mendoza debe quedarse en su cargo pero bajar su perfil opositor.

Por su parte, el escenario porteño muestra que la cantidad de población que cree que Cobos debe quedarse como vicepresidente y mantener su perfil opositor al gobierno nacional es un poco mayor que en Buenos Aires, trepando al 52,1%; aquellos que cree que el vicepresidente debe renunciar al segundo cargo más importante de la Nación llegan al 29,0% de la población; y los que creen que debe quedarse pero bajar su perfil opositor trepa al 18,9%.

Su perfil claramente opositor, su intención de un armado político amplio donde el radicalismo aparece como la raíz central (ya que le permite tener acceso a nivel nacional de cara a las próximas elecciones) y la buena relación que ha sabido establecer con ciertos factores de poder y líderes opositores, le permiten pensar con integrar una fórmula ganadora encabezada por el mismo en el 2011. Cobos pareciera no esconder su anhelo presidencial y su afianzamiento como principal referente opositor que demuestran los sondeos de opinión pública, acrecientan sus aspiraciones.

En el análisis efectuado por Isonomía a la hora de ver cual es la repercusión de la acción de Cobos ante la sociedad, se destaca que el mendocino parece dispuesto a enfrentarse contra Néstor Kirchner o quien se presente por el oficialismo en las próximas elecciones, es necesario preguntarse si realmente Cobos debe continuar en su cargo como vicepresidente o debe renunciar. Su permanencia en el cargo pareciera concederle una serie de beneficios en cuanto a su perfil conciliador y crítico y una seguridad por un puesto que no exhibe deterioros relacionados con la gestión. Por su parte, los gestos llevados a cabo por gobierno como no otorgarle el avión presidencial, excluirlo de actos, no darle la mano, entre otros; en vez de erosionar la ascendente figura de Cobos, contribuyen a su consolidación como principal opositor. Las acciones del gobierno parecieran colocar al Vicepresidente en la condición de víctima, favoreciendo el aumento de la adhesión popular hacia su figura. De esta manera sería oportuno reflexionar cuanto del fortalecimiento como figura opositora de Cobos es producto de las acciones del gobierno y cuanto es mérito propio del Vicepresidente.

El sondeo efectuado por Isonomía también tomó en cuenta la opinión de la sociedad sobre la ley de Servicios Audiovisuales impulsada por el Ejecutivo y si la gente cree que el kirchnerismo podrá sacar la ley en el Senado de la Nación. Ante esta consulta, el 41,3% de los bonaerenses piensa que el gobierno nacional obtendrá los votos necesarios para aprobar el proyecto en la Cámara Alta , contra el 35,4% que no cree que el kirchnerismo pueda aprobarla en el Senado, y un 23,3% que no sabe/no contesta.

Por su parte, en el territorio comandado por uno de los jefes de la derecha nacional, como lo es Mauricio Macri, el 47,2% de los porteños está convencido que el oficialismo obtendrá los votos necesarios para aprobar la ley de Servicios Audiovisuales en el Senado, contra el 30,8% que cree que no lo conseguirá y un 22,0% que no sabe/no contesta.

Los temas en agenda de la actualidad presentan una particularidad al analizarlos desde la perspectiva de la opinión pública: su contraposición con las problemáticas que son prioritarias desde la óptica de los ciudadanos. Estos, más que centrarse en la necesidad de modificar la actual ley de medios, tener acceso gratuito a la televisación del fútbol o suprimir la figura del delito de calumnias e injurias, manifiestan otras prioridades que vienen siendo relegadas hace años; entre ellas, una mejor distribución del ingreso, mejoras mensurables en la educación, el digno acceso a la salud y la resolución de la inseguridad imperante.

En este punto, puede resultar iluso creer que el gobierno no repare en las consecuencias que generan sus actos y sería oportuno preguntarse si realmente al oficialismo le interesa no seguir enviando mensajes de confrontación, cosechando enemigos y así recuperar el apoyo que supo tener cuando obtuvo la presidencia con más del 40 % de adhesiones o, por el contrario, si ya no tiene nada más que perder. El kirchnerismo pareciera confiar en el firme respaldo de su núcleo duro de votantes, los cuales oscilan entre el 25% y el 30%, que apoyan firmemente las decisiones y conductas del matrimonio en las más diversas áreas.



Quienes conocen a Néstor Kirchner, dicen que él va a dar batalla hasta el final y que resistirá a cualquier intento que se quiera hacer para "desestabilizar" al gobierno de su esposa, y que para eso empleará todas las armas políticas a su alcance y que no descansará hasta que sus deseos se hagan realidad. El estilo del patagónico ha sido siempre así, y quienes lo conocen íntimamente, dicen que esto fortalece sus ideas y que va a llevar adelante su estilo confrontativo más que nunca.

Ante esta clara situación, en la que Cobos parece dispuesto a enfrentarse contra Néstor Kirchner o quien se presente por el oficialismo en las próximas elecciones, es necesario preguntarse si realmente Cobos debe continuar en su cargo como vicepresidente o debe renunciar. Su permanencia en el cargo pareciera concederle una serie de beneficios en cuanto a su perfil conciliador y crítico y una seguridad por un puesto que no exhibe deterioros relacionados con la gestión.

Por su parte, los gestos llevados a cabo por gobierno como no otorgarle el avión presidencial, excluirlo de actos, no darle la mano, entre otros; en vez de erosionar la ascendente figura de Cobos, contribuyen a su consolidación como principal opositor. Las acciones del gobierno parecieran colocar al Vicepresidente en la condición de víctima, favoreciendo el aumento de la adhesión popular hacia su figura. De esta manera sería oportuno reflexionar cuanto del fortalecimiento como figura opositora de Cobos es producto de las acciones del gobierno y cuanto es mérito propio del Vicepresidente.

El kirchnerismo tendrá que revertir de ahora en adelante la mala posición en la que ha quedado frente a la sociedad, que según todos los sondeos realizados desde el momento del nacimiento del conflicto con el campo el año pasado, se manifestó en contra de la actitud del gobierno en forma mayoritaria y rechazaba la forma en que el kirchnerismo suele encarar sus batalla políticas. El Ejecutivo hasta ahora ha hecho oídos sordos a los reclamos de la sociedad en este sentido, y con la votación en el Senado por el tema de la nueva ley de radiodifusión puede llegar a estrellarse nuevamente contra una pared de la cual va a ser muy difícil recuperarse.

De esta manera, el debate sobre la continuidad o no de Cobos en el cargo de vicepresidente de la Nación se está abriendo en la sociedad, sobre todo por su intención de competir en el 2011 contra el kirchnerismo por la presidencia de la Nación y que en caso de que la pelea con el oficialismo se siga manteniendo a lo largo del tiempo, puede llegar a perjudicarlo en sus intenciones de llegar a ser el próximo político que se siente en el sillón de Rivadavia.

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