Leemos en el Eco de Tandil del domingo 25/11: "La verdad es que siento una gran impotencia porque no me dijo nada, ni siquiera me dio el pésame" (Patricia Latú, mamá de Santiago-una de las víctimas de la tragedia de La Elena-, tras entregarle al Intendente un petitorio). Y a reglón seguido en la pagina siguiente titula: Tiempo de Revancha, la nota central de la columna Pulso de la semana. Las palabras sobran cuando todo se hace con tal desparpajo que no hay manera de ser "diplomático" en los comentarios del periódico más leído de la Aldea. Desde este humilde tablón de espectador lo venimos afirmando desde el comienzo: sigue el editorialista" A los críticos por el tránsito, las canteras,el amiguismo y la parentela, que en política se llama nepotismo, ya los ha identificado como parte de una escuela menor, hacedora de cortos o, en el mejor de los casos, tramposa defensora del cine de culto. Mientras tanto, desde su sillón, dirige. Y se ríe. De aquéllos que lo acusan de comercial. Y de aquello de que "las segundas partes nunca fueron buenas". (SIC)
El tiempo de empezar a pagar cuentas no está lejano. H0y es el tiempo de reflexionar con grandeza para que los ventarrones no lleven a una gestión al derrumbe. Y la experiencia de este radicalismo residual no será diferente a los finales del Delarruísmo del 2001. Sin violencia ni situaciones esperpenticas, pero si, fatalmente lascerantes para el cuerpo social del Tandil soñado.
No esperemos el solo y triste final....
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