En una jornada calurosa el microcentro de la Cuidad de La Plata sintió el movimiento de lo que fue la toma de mando de Daniel Scioli, su vicegobernador, Gabriel Mariotto y su nuevo gabinete.
Desde la noche del domingo la plaza San Martín fue rodeada de vallas que englobaron el circuito que rodea a la Gobernación, la Legislatura Bonaerense y el Pasaje Dardo Rocha, donde las distintas agrupaciones empezaron a desplegar sus banderas que exhibieron consignas de distintos intendentes y el apoyo a Cristinay Scioli.
Parecía que todo iba a trascurrir en calma, una toma de poder más en normalidad. Más allá de que el escenario político bonaerense está cimentado, desde el armado de listas electorales y la elección de puestos políticos importantes, en la puja que existe entre el kirchnerismo duro representado por La Cámpora/JP y el mariottismo con el sciolismo y el PJ histórico y sus variantes.
Cerca de las 11 de la mañana, hora que anunciaron que el gobernador tomaría juramento, los pasillos de la Cámara de Diputados ya estaban colmados de intendentes, legisladores, personajes de la política y algún que otro personaje del deporte y la cultura como el actor Lito Cruz, el escritor Alejandro Dolina, el cantautorHoracio Guaraní y el ex rugbier Agustín Pichot.
Los distintos palcos contaron con la presencia de intendentes, invitados especiales, es funcionarios y sobre todo con una nutrida presencia de militantes sciolistas que uniformados de color naranja realizaron cánticos a favor del gobernador y los funcionarios más “puros” que lo acompañan.
Todo estaba listo para el inicio del segundo mandato de Scioli y su vicegobernador Mariotto. Ya en el recinto, el flamante presidente de bloque del FpV, Juan De Jesús saludaba uno por uno a los distintos presidentes de bloque de los partidos opositores y en breves conversaciones informales preparaba el terreno de lo que será el nuevo camino comienza en la Cámara Baja bonaerense.
Precisamente, la designación de De Jesús fue una interna dentro del oficialismo que fue tensa hasta el última momento, donde el boudouismo, con ayuda de Mariotto y Ottavis, impuso al ex intendente de La Costa por sobre las ambiciones de los randazzistas, algunos históricos y legisladores de las esporádica“resistencia”. Pulseada que Scioli casi estuvo al margen, tras declinar poner uno de los suyos -el actual ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré- entre las autoridades de la Cámara Baja.
De a poco los ministros fueron llegando a la Legislatura y se fueron acomodando en sus lugares. Cerca de las 11:14 el gobernador y su vice llegaron a la puerta del Parlamento Bonaerense para dirigirse a la Sala 30 de diputados, mientras los representantes de la Asamblea Legislativa, que estaban en cuarto intermedio, fueron a buscarlos para que asuman el nuevo mandato.
A las 11:24, Scioli y Mariotto ingresaron al recinto, tomaron juramento, se cantó el himno nacional y su turno el flamante Vicegobernador no dudó en hacer la “v de la victoria peronista”.
Dato curioso, en el salón de entrada de Diputados no se observó la presencia de jóvenes de la JP o La Cámpora, como si había sido numerosa en la toma de jura de los legisladores el miércoles de la semana pasada. Pronto, esta ausencia tendría una explicación.
Durante su discurso, Scioli mostró su habitual impronta, recordó al ex vicegobernador, Alberto Balestrini, realizó una especie de balance de sus cuatro años de gestión, trazó algunas metas como los “juicios por jurado” en materia de seguridad, lanzó un dardo certero contra el jefe Gobierno Porteño, Mauricio Macripara que accione políticamente una solución al conflicto por la basura que existe entre Provincia y Ciudad, y reclamó la pronta sanción de su proyecto de regionalización.
En lo que quizá fue la parte “más kirchnerista” de su alocución, Scioli destacó el triunfo de Cristina y destacó: “En este nuevo mandato encaramos la segunda etapa del cambio”. Palabras más adelante, dijo:“Nuestro proyecto nacional y popular sigue vigente”.
Así mismo, el mandatario provincial, resaltó la Ley de Medios y el trabajo de Mariotto realizado al respecto. La mención de esta ley, trascendental para el Gobierno Nacional, es más que observable, dado que durante mucho tiempo y en las etapas mas duras de enfrentamiento entre La Rosada y el Grupo Clarín, el kirchnerismo más ortodoxo siempre le reclamó a Scioli una postulación clara y contundente sobre ese marco.
Pero la calma del recinto, que entre aplausos y ovaciones se desarrollaba con normalidad, fue teñida por los incidentes que se estaban desarrollando en las escaleras que conducen a los palcos de la Cámara.
Según los relatos, militantes de la JP intentaron ingresar en alguno de los palcos, los cuales ya estaban copados por los militantes “naranjas”. Ante la negación de las fuerzas de Infantería de la Policía para su ingreso se produjeron algunos forcejeos y empujones que terminaron con la represión policial que con el uso de sus bastones dejó heridos, al menos, a dos integrantes de la agrupación kirchnerista.
El hecho fue rápidamente enterado al referente de la JP y vicepresidente de la Cámara de Diputados, José Ottavis quién en medio del acto de asunción abandonó el recinto para ir al lugar de los incidentes.
Así mismo, Scioli y Mariotto al finalizar la toma de mando se dirigieron al hospital San Martín, donde se trasladó a los heridos, motivo que demoró la jura de ministros en el Pasaje Dardo Rocha casi media hora. Acto seguido, tras el pedido de sanción a policías que hizo el Vicegobernador, el mandatario provincial ordenó rápidamente desafectar al subcomisario y al personal policial que estuvo implicado en las represiones.
Este hecho, si bien queda enmarcada en el accionar policial, traspone una disputa territorial entre la militancia ultra kirchnerista y el sciolismo que anuncia la “convivencia” que ambos sectores tendrán los próximos cuatro años. La presencia en los palcos de los jóvenes militantes fue masiva por parte de La Cámpora y la JP en la jura de los legisladores. Hoy, los militantes naranjas ganaron de mano y coparon la mayoría de los lugares. La falta de espacio provocó los incidentes con la JP, donde la Policía no les permitió el ingreso a una ubicación y terminaron reprimiendo a los militantes.
Más de una lectura política observa que este hecho, distante de ser anecdótico, grafica una disputa territorial que por ahora se expuso mediante incidentes solo en la militancia.
Todo el espectro político bonaerense dentro del oficialismo sabe que las pulseadas entre las distintas variantes del kirchnerismo y el PJ serán parte del día a día en el escenario provincial. La juventud kirchnerista, el sciolismo, el mariottismo, el boudismo, el randazzismo y el PJ histórico ya se encuentran en una etapa donde la coexistencia armoniosa será un desafío importante. El equilibrio depende del accionar cotidiano del gobernador Scioli.(fuente: infocielo)
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