Según la Real Academia Española, el significado de la palabra perder es “dejar de tener aquello que poseía, por culpa o descuido del poseedor”.
Esta es la manera más rápida de definir lo que le sucedió al radicalismo en las elecciones provinciales en Río Negro.
Pero la derrota de la Unión Cívica Radical no fue sólo el 25 de septiembre, comenzó a finales del mes de junio, cuando se votó en distritos en donde la boina roja y blanca era prácticamente inamovible.
En este 2011, 28 distritos rionegrinos eligieron a sus nuevos intendentes y los resultados son alarmantes para el radicalismo ya que sólo pudo ganar en siete.
Cada dato que se analiza con respecto a las intendencias rionegrinas pasa a ser una mancha negra para los radicales. El centenario partido que gobernó la provincia durante 28 años sufrió un espaldarazo en la mayoría de los distritos.
Si bien aún falta saber cuál será el resultado en 11 municipios, por ahora a partir de diciembre, solamente estará al mando de siete de las 21 ciudades que gobierna la UCR.
Vencedores vencidos
En algunos distritos no sólo se perdió una elección, se acabó con una tradición de más de una o dos décadas de una hegemonía radical que parecía que nunca finalizaría.
El desinfle radical dejó grandes caídos, esos que parece que nunca caerán, pero a quienes un día, finalmente, el pueblo les da la espalda.
En ocho municipios, la UCR sufrió un revés del cual será muy difícil levantarse. En el Bolsón, Oscar Romera buscaba su cuarto mandato y finalmente el PJ le arrebató la aspiración. En Sierra Grande, el radicalismo también perdió tras 12 años de gobierno y lo mismo le sucedió al presidente del Comité provincial de la UCR, Juan Villalba, quien el 26 de junio perdió con el candidato del Frente para la Victoria.Villalba, en diálogo con La Tecla Patagonia manifestó que el motivo de esta derrota es que “se cansaron de nosotros”.
“Nunca habíamos sufrido una derrota de tal magnitud”, indicó y añadió que “tendremos que ponernos a trabajar, pero será muy duro recuperar lo perdido en este año electoral”.
Pero aún hay cuestiones peores dentro de la derrota radical. En cinco municipios, el cimbronazo fue más fuerte y retumbó en todo Río Negro, el centenario partido perdió tras 20 años de gobierno.
Ingeniero Jacobacci, Choele Choel, Chimpay, Chichinales y Allen fueron las ciudades protagonistas de la muestra más clara del desinfle radical. En estas localidades la UCR gobernaba desde hace dos décadas o más y ahora el período 2011-2015 estará en manos de sectores opositores.
Los sobrevivientes
En las grandes catástrofes siempre quedan algunos sobrevivientes, y en el mundillo radical rionegrino esta premisa ocurrió. A pesar de que fueron los menos, algunos lograron volver a ser elegidos, sin embargo ya no con la solvencia de otros años.
En Comallo, Ingeniero Huergo, Los Menucos, Maquinchao, Ñorquincó, Valchetta y en la capital provincial, Viedma, la Unión Cívica Radical pudo retener algo del poderoso partido que era antes del 25 de septiembre.
Sin lugar a dudas, de estas siete localidades el triunfo más resonante fue el del intendente Jorge Ferreira, quien pudo retener la ciudad capital y así, el 10 de diciembre, empezar a cumplir su tercer mandato.
“La mayoría de la gente viene votando gestión”, manifestó el intendente municipal Jorge Ferreira en conversación con La Tecla Patagonia. El Jefe comunal de Viedma también opinó sobre el resultado a nivel provincial y aseguró que se lo esperaba porque “faltó gestión”.
Futuro desalentador
La suerte del radicalismo parece estar echada, aunque aún faltan elecciones en once distritos.
Es que la realidad marca que, de los municipios que aún no eligieron a las nuevas autoridades municipales, sólo uno tiene intendente radical, Darwin.
A pesar de que algunos aseguran que las estadísticas son números y nada más, hay que resaltar que en ninguno de los distritos en los que ya se eligió Jefe comunal, la Unión Cívica Radical pudo arrebatarle la intendencia a otros sectores políticos.
Este es el panorama de un radicalismo rionegrino que en este 2011 no supo seducir a los votantes y dejó la mesa servida para que el PJ pueda triunfar en la mayoría de los distritos en donde el centenario partido era amo y señor.
La debacle radical en la provincia parece ponerse en marcha, el globo de la UCR se desinfló en las elecciones municipales ya realizadas y será muy difícil que a fin de año el balance indique que logró inflarse. Todo parece indicar que el 23 de octubre la UCR se puede pinchar.
fuente: la tecla patagónica
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