Entre los trascendidos de la reunión podemos comentar que hubo un consenso amplio de todos los presentes sobre la necesidad de unificar criterios ante los desafios electorales del 2011, y la necesidad de que todos aquellos que se postulan a cargos electivos, revaliden sus pretensiones las elecciones internas abiertas que se prevén para agosto del año que viene; no hay espacio para la imposición de "elegidos" a dedo desde las esferas provinciales o nacionales. Todos a la cancha y con el compromiso de que el "que gana conduce y el que pierde acompaña".
Desde hace muchísimo tiempo que no se vivía un clima distendido y de sincero compañerismo entre las fracciones que componen el arco justicialista serrano; pareciera que muchos se están dando cuenta que el adversario a vencer está en la Calle Mitre al 500, y no dentro de las filas justicialistas.
El Observador, que tiene unos cuantos años de caminar este justicialismo tandilense, tiene una sensación encontrada: es optimista-por naturaleza- pero reserva algunas fichas de pesimismo ante la historia tormentosa que ha vivido el movimiento desde la muerte del último jefe: Luis María Macaya.
Lamentablemente la dirigencia que lo heredó nunca estuvo a la altura de la circunstancia y tuvo poca grandeza y desprendimiento para preservar los logros locales y provinciales que Luis nos legó; pero eso es harina de otro costal y ahora debemos abrir las mentes y las puertas a los jovenes que piden a gritos participar en el proyecto nacional y popular que encabeza nuestra presidente: Cristina Fernandez.
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