jueves, 20 de noviembre de 2008

Remís La Cucaracha y Obama Remises, dos empresas que competirán por la movilización peroncha











El justicialismo serrano ya está en plena campaña electoral. El sabado 22 en el Club Defensa (frente al Estadio Municipal) sito en la Avda Rivadavia se congregaran las huestes del negro Escudero paso previo a la recta final hacia el domingo 30 de noviembre , en que se dilucidará quien es quien en el PJ tandilense.

Reproducimos una risueña nota del "afiliado" justicialista El Hage, Elías Simón, DNI 14629743, clase 1961, domicilio Av. Santamarina 688, escritor , según datos extractados del padrón pejotista (2008), y hoy devenido en "oficialista y escriba" del lunghinato local:

Si el mercado de la remisería tandilera debido a la crisis estaba algo deprimido en estos últimos sesenta días, ahora se suman dos fuertes competidores que tendrán una vida empresaria fugaz: nacen y mueren el domingo 30 de noviembre, día en que el peronismo celebra su elecciones internas. Remís La Cucaracha llevará a votar a los afiliados del presidente del PJ, José Rubén Sentís; Obama Remises se hará cargo de los votantes de Raúl Escudero. Colofón: el que en política no tenga para choripanes y remises, mejor que se dedique a otra cosa.

El apodo es incómodo y antipático, pero José Rubén Sentís lo sabe sobrellevar con humor. Le dicen, desde tiempos pretéritos, “La Cucaracha”, por su capacidad de amianto para sobrevir a cuanta bomba neutrónica le cayó encima. Su contrincante, Raúl Escudero, es conocido con el popular apodo de “Negro”. Hace pocos días el empresario mutualista se encargó de decir que este era el tiempo de los negros, en virtud del triunfo de Barak Obama, a la presidencia de Estados Unidos y de Lewis Hamilton, reciente campeón de la Fórmula Uno.

En épocas de internas, se sabe, tallan como esenciales las cuestiones logísticas, entre ellas el traslado de los votantes de la periferia. Quien quiera jugar con alguna posibilidad de ganar, al menos en el peronismo, tiene que tener esa cuestión solucionada.

Fuentes del Portal aseguran que para la elección del 30 de noviembre dos empresas competirán fuertemente por el liderazgo en el decadente ejercicio del clientelismo automovilístico. Remís La Cucaracha llevará a los afiliados de Sentís. Cuenta para ello con una flota de remiseros prósperos con autos de primer nivel. Dicen que el chofer Néstor Cleto Auza ha puesto a disposición del Partido su coche particular, un Gordini modelo 1965 en estado impecable. Los jóvenes choferes de “La Cámpora” también se suman a la epopeya del traslado de militantes. Para ellos su jefe, el empresario de la flota de Remises K, Oscar Parrilli, acercó al joven tandilero Rogelio Iparraguirre el Minicooper de la Florencia Kirchner, un vehículo que causará el asombro de las comadronas de Villa Aguirre y Rodríguez Selvetti donde La Cámpora tiene controlados no menos de seis votos entre ambas barriadas. La jugada fuerte es llevarla a Tita Brivio al volante del Minicooper, aunque la veterana dirigente aún no se expidió acerca de quién piensa apoyar en la interna. Berríos, el vice de Sentís, aportará su experiencia como ex patrón de la remisería La Terminal, invalorable capital simbólico que puede hacer la diferencia en un escenario de elección cerrada.

En cuanto a Obama Remises, por un aspecto de marketing político mantiene una logística bien peronista. Los remiseros no se comunicarán por handy entre ellos ni con la central, sino que lo harán al batir de los bombos. La operadora tendrá la voz de Evita y una cinta reproducirá sus discursos más dramáticos, especialmente aquel que llama a sus queridos descamisados. Escudero cree que ese discurso mítico producirá dos cosas: o los afiliados concurren en masa a votarlo, o se despojan de sus ropas como una respuesta literal a la Jefa Espiritual de la Nación.

Entre los choferes de Obama Remises estará el propio Escudero a bordo del modesto rastrojero con que suele pasear por las calles de Azucena, y los remiseros Jorge San Miguel, Javier Levigna y Mario Bracciale, este último recién llegado de una fallida incursión por el macrismo, y con un trauma monotemático: sigue maldiciendo todos los días de su vida aquel 14 de septiembre de 2003 donde, asegura, que si hubiera tenido 10 remises más no perdía por 180 votos contra Miguel Lunghi. Levigna, que está un poco saturado de manejar el bus de Río Paraná, ya dijo que no expondrá su automóvil al desgaste de un día de marimba: para ello prometió que traerá gente a votar arriba del caño de la bicicleta que le pedirá al Flaco Aldasoro. Pero sin duda el as de espadas que guarda en la manga Escudero, tiene que ver con el escribano Marcelo Cifuentes. Después de la penosa experiencia como candidato a intendente, donde perdió por 14.000 votos, Cifuentes también llegó a la conclusión de que el motivo de la derrota fue… la ausencia de remises el día de la votación, especulando que para haber podido alzarse con la victoria habría tenido que contratar la flota completa de los remises de Mar del Plata, Bahía Blanca, Buenos Aires y La Plata. “En la interna no nos pasará lo mismo”, declaró el escribano, quien ya pensó en ponerlo a Córsico, su socio, al volante de la Ecosport de la familia.

Colofón estomacal: los candidatos y sus punteros, buscapuestos y militantes ya están preparando la Hepatalgina: se vienen noches y más noches de choripanes proletarios donde se hace política con el hígado. Afectos a la gastritis y el colon irritable, abstenerse.

Fuente: La Tandilura

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