Gran revuelo generó el director de Juventud Pablo Civalleri en su rol de militante radical que, con la “excusa” de que no dejaron ingresar las pancartas y bombos en el coqueto acto del candidato Sanz en Buenos Aires, dejó en claro lo que pretende un amplio sector del radicalismo que parece no estar dispuesto a seguir tragándose sapos. Si por sapos se entiende formar alianzas, fórmulas con lo que se cataloga como la derecha argentina.
“Los bombos y las banderas no se negocian en un acto político... Es por eso que muchos militantes que viajamos desde Tandil decidimos no entrar al Luna Park. Un grupo de 'iluminados' no puede venir a querer cambiar la verdadera mística de los actos políticos de la UCR. Jamás hubiera permitido Raúl Alfonsín que los jóvenes militantes se queden afuera de un acto porque no se podía ingresar con el colorido y la alegría de los bombos y las banderas. ¿Será que el partido quiere quedar bien con la derecha, haciendo actos de estas características? Que sepan que muchos nos oponemos a ese tipo de actos y mucho más a ese tipo de acuerdos que nada tienen que ver con nosotros. Hoy más que nunca 'que se rompa, pero que no se doble'; ¡el radicalismo será de centroizquierda y socialdemócrata o no será nada!”, reza la reflexión del joven radical en las redes sociales.
Las repercusiones de su comentario no se hicieron esperar. Especialmente de los propios correligionarios, como el caso del secretario de Economía, Gastón Morando, quien estuvo dentro del acto partidario y le aclaró que “afortunadamente Sanz hizo una fuerte crítica al gobierno de Macri por el juego. Estuve adentro del acto y la verdad que me gustó mucho. Comparto con vos (por Civalleri) que el radicalismo debe formar parte de modo permanente de una opción frentista de centroizquierda, como la Concertación chilena o el Frente Amplio uruguayo”.
Y Pablo Civalleri le contestó: “Fue un breve comentario de los tragamonedas y terminó diciendo que hay que ampliar para llegar y dijo: pensando y acordando el para qué, para luego ver con quién... Me suena a excusa barata para terminar arreglando. Espero me equivoque, porque de lo contrario estalla en mil pedazos el partido”.
No se quedó atrás la ex concejal Marideé Condino, quien le dijo a Civalleri por la misma vía social: “Yo te vi dentro del Luna Park”. A lo que Civalleri le respondió: “Entré a negociar la entrada de bombos y banderas Marideé Condino. Sentaditos y calentitos como en el teatro como estaban ustedes ¡jamás!”. Y no conforme con eso, añadió: “Desde afuera logramos ver cosas que desde adentro no pudieron ver, una lástima... Ver afiliados de 40 años rogando para que los dejen entrar porque no tenían ese 'ticket entrada', me dio vergüenza como militante. Decidimos darles entradas a personas mayores que se enteraron por TV y quisieron participar, pero sin el ticket entrada no podían ingresar. Eso, sentadito desde adentro, seguramente no lo pudieron ver”.
Y en la polémica cibernética aparecería un extraño, Rogelio Iparraguirre, quien identificado con el militante acotó: “Pablo querido. Sin ánimo de meterme en discusiones entre correligionarios, simplemente te felicito por la actitud militante. Un abrazo”.
Y allí reaccionó otra vez Condino: “Pensé que lo que no se negociaban eran las ideas Pablito, no los bombos! Nos vemos en la reunión de comisión directiva, me parece el ámbito adecuado para charlar estas cosas. Saludos (esta reunión es demasiado ampliada)”.
La secretaria del Intendente, Delia Gauna, también aportó lo suyo: “¡Pablo! nuestros trapos sucios se lavan en 'nuestro' lavadero!!!”.
Así las cosas, con algunos comentarios más, se cerraba el debate de los radicales por la red social. Habrá que aguardar hasta dónde llegan las esquirlas ante eventuales acuerdos políticos más allá de las fronteras serranas…(El Oído Agudo- El Eco digital- 12/10/2014)