Kirchnerismo: Todo tiempo pasado fue mejor

Por Jorge Luis Sluger, especial para NOVA En la noche del jueves 3 de Diciembre del corriente año, la cámara de diputados se transformó en la bisagra que dejo atrás-esperemos que para siempre- un nefasto sistema de hacer política. Causó mucha gracia - y hasta indignación- las quejas del presidente del bloque Frente para la Victoria, Agustín Rossi, acusando a su colega del radicalismo, Oscar Aguad, de no respetar el reglamento de la cámara; justamente fue el bloque oficialista quien se refregó sistemáticamente en los últimos 6 años el reglamento, negándose además a considerar la mas mínima modificación a sus proyectos, obligando a sus diputados a votar las iniciativas a libro cerrado y evitando el dialogo y el consenso. Para prueba basta un botón: pocos proyectos que después se convirtieron en ley adolecieron de trámite tan irregular en ambas cámaras como la Ley de Medios. Al margen, este jueves, una forma perniciosa de entender la política quedo definitivamente sepultada, sin que esto signifique endiosar a los opositores, que buenas fallas de todo tipo han presentado también. También llegó a su fin el infantilismo político practicado desde el año 2003 por Néstor Kirchner; esa temeraria audacia de tensar la cuerda hasta donde se pueda que en varias oportunidades arrastró a la republica al borde del precipicio, presentó el jueves su última caricatura, lastimosa y languideciente: el ex presidente y ahora diputado se negó a convalidar el acuerdo al que habían arribado los distintos bloques para la elección de autoridades y la conformación de las comisiones, pero debió agachar la cabeza y bajar al recinto después de comprobar que la oposición había logrado quórum y que gracias a la intervención de Graciela Caamaño, el cuerpo estaba habilitado para sesionar. Al margen, la derecha política y económica - que tendrá abundante representación legislativa a partir del 10 de Diciembre - festeja esta instancia legislativa , esperanzada en que la nueva integración de ambas cámaras permita retroceder parcial o totalmente en las indiscutibles conquistas sociales logradas desde el 2003 a la fecha y ese es , justamente, el gran desafío de la oposición: no solo consolidar lo ya logrado y profundizarlo, sino establecer a través de iniciativas parlamentarias acciones concretas, concretísimas que resuelvan los graves problemas de los argentinos : la prioridad absoluta es transformar en políticas de estado la lucha frontal contra la pobreza, la indigencia, el hambréala desnutrición infantil y la inseguridad, flagelo este ultimo consecuencia directa de los males anteriores. Recién entonces tendremos motivos reales para festejar.(fuente: Nova) Foto: En otros tiempos se hablaban.